Jesús Luzardo considera a Yusmeiro Petit como su segundo padre
No hay un día que pase sin que el peruano-venezolano Jesús Luzardo haya tratado de aprender algo del también venezolano Yusmeiro Petit.
Desde el momento en el que fue subido a las Grandes Ligas en septiembre pasado, Luzardo, el prospecto Nro. 1 de Atléticos según MLB Pipeline, ha tenido su locker en el clubhouse a pocos casilleros del de Petit.
Para Luzardo, Petit es un recurso invalorable, un modelo a seguir para el novato de 22 años cuando se trata de entender cómo manejarse dentro del béisbol y poder tener una carrera tan larga como la de Petit, quien está en el 13ra temporada en la Gran Carpa.
La relación entre los dos lanzadores se hizo más fuerte en febrero durante los entrenamientos de primavera.
Donde estuviese Petit en el terreno o en el cuarto de pesas, Luzardo estaba bien cerca, haciéndole preguntas o compartiendo ideas con el derecho veterano.
“Es como un segundo papá para mí”, confesó Luzardo. “Me dice lo que debería y no debería hacer, y todo eso le sale del corazón. Es algo bien _cool_”.
“Es un muchacho muy inteligente. Alguien que les presta mucha atención a los pequeños detalles”, aseguró Petit.
“No sólo está haciendo su trabajo; está buscando esos detalles que lo pueden estabilizar. Ha hecho muchas preguntas clave sobre el juego y cómo funciona todo. Eso es lo que me impresiona más de él”, agregó.
El entusiasmo de Luzardo le trae recuerdos a Petit de sus primeros años en las Mayores.
Petit recordó aquella temporada del 2007, cuando a los 22 años el veterano cubano Liván Hernández fue un mentor para él en los D-backs.
En ese entonces, Hernández había estado 12 años en las Grandes Ligas y estaba en el proceso de reinventarse como lanzador tras perder velocidad en su recta.
El enfoque de aquellos sermones de Hernández era cómo compensar la pérdida de velocidad con un control excelso de sus pitcheos. Le funcionó a Hernández, quien se retiró tras 17 campañas como ligamayorista.
“Él vio que yo estaba enfocado y me dio un montón de consejos sobre esos detallitos del juego”, dijo Petit acerca de Hernández.
“Estaba perdiendo velocidad y ya no tiraba a 96-97 millas por hora como cuando ganó la Serie Mundial de 1997 con los Marlins. Me explicó que tenía que aprender de esos consejos, porque eso era lo que me iba a mantener en la pelota. Y tenía razón. No puedes controlar la velocidad, pero si puedes manejar tu control y dónde localizas los pitcheos en sitios donde los bateadores fallan la mayoría de las veces”.
Se parecen
Las similitudes entre Luzardo y Petit quizás no sean evidentes a simple vista. Después de todo, Luzardo es un novato zurdo que tiene una recta que roza las 100 mph.
Petit es un derecho que nunca ha sido conocido por lanzar duro. Pero en términos del tipo de serpentinero que quiere ser Luzardo, ve en Petit el modelo perfecto.
Luzardo no quiere ser conocido como un prospecto lanzallamas que no pueda tirar strikes. Por eso, estaba más satisfecho por haber dado sólo tres boletos que por haber ponchado a 16 bateadores en 12 entradas con los Atléticos en septiembre.
Lo enorgullece limitar las bases por bolas y siempre está trabajando para dominar mejor sus cinco envíos, una habilidad que será más importante que nunca ahora que será trasladado a la rotación de los Atléticos y hará su primera apertura la próxima semana.
¿Y quién mejor que Petit para ser un mentor? El serpentinero de 35 años dio apenas 10 pasaportes en 83 capítulos la campaña pasada, encabezando a todos los relevistas de la Liga Americana con 1.08 boleto por cada nueve entradas.
“La forma en la que él lanza y va preparando a los bateadores, lo inteligente que es para lanzar, usando su control sin necesidad de lanzar duro, eso es algo que admiro de él”, comentó Luzardo.
“Trato de comandar todos mis pitcheos, porque si tengo control con más velocidad, eso es algo que me va a ayudar”, indicó.
Luzardo no es el único lanzador joven de los Atléticos que ve en Petit a un consejero.
Chris Bassitt ha adoptado la rutina de entrenamiento de Petit, que incluye subir y bajar trotando las escaleras del estadio antes de los juegos.
El dominicano Francelis “Frankie” Montás también se ha acercado al veterano para hacerle preguntas.
A Petit le tocó básicamente alejarse de las Grandes Ligas después de la temporada del 2010, antes de encontrar el éxito.
Ningún equipo lo llamó para ofrecerle un contrato y lanzó una temporada en la Liga Mexicana de Béisbol en el 2011.
Pero eso lo ayudó a aprender una cantidad de cosas que ahora puede compartir con otros serpentineros.
Petit se niega a considerarse un mentor. Se ve más como un consejero, alguien que buscar para ayudar a los jóvenes lanzadores a encontrar el éxito más rápido de lo que lo encontró él.
“Me gusta ayudar a los pitchers”, reconoció Petit.
“Si alguien me pregunta algo sobre su control, siento que tengo suficientes conocimientos como para darles un consejo a los muchachos. Si me ven como un mentor por eso, pues entonces me siento orgulloso. Yo sólo quiero ayudarlos para que el camino que escojan en este juego sea menos difícil que el mío. Tuve un camino complicado, porque no tuve mucha ayuda”, expuso.
Hay algo más especial sobre el lazo de Petit con Luzardo, sin embargo. Los padres de Luzardo son, como Petit, de Maracaibo, una ciudad que el ahora novato visitó mucho cuando era niño. Eso hace que Petit se sienta más orgulloso de poder ayudar al joven zurdo.
“Él viene de la misma ciudad que yo. Estoy orgulloso del trabajo que está haciendo”, dijo Petit. “Estoy 100% apoyándolo y dándole consejos. Voy a tratar de mantenerlo en el camino correcto”.
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