Barcelona cerró el 2020 con empate 1-1 ante Eibar
El Barça cerró su penoso año 2020 con un nuevo fiasco, esta vez ante Eibar, con el que sólo pudo empatar a uno.
El equipo vasco, como otros ocho rivales anteriormente, también se avanzó en el marcador y sólo un gol del reaparecido Dembélé pudo evitar la derrota.
Con 1-1 en el marcador a falta de 25 minutos, el conjunto azulgrana no fue capar de lograr otro tanto que le diese el triunfo. Por tanto, otra decepción en el Camp Nou para cerrar un año desastroso.
Ronald Koeman apostó de inicio por el mismo esquema que tan bien le funcionó en Valladolid, con tres defensas centrales (Mingueza, Araujo y Lenglet) y dos carrileros.
El izquierdo era Junior Firpo, que sustituyó al sancionado Alba. En la media, el entrenador apostó de nuevo por Pjanic junto a De Jong, mientras que arriba el sustituto del ‘tocado’ Messi fue Griezmann, manteniéndose Pedri en la media punta y Braithwaite de ‘nueve’.
Penalti fallado
El Barça no empezó mal el partido y la mejor prueba es que a los seis minutos ya tuvo la opción de marcar gracias a un claro penalti por patada de Bigas a Junior dentro del área pequeña.
Fue el VAR el que le permitió al árbitro, Alberola Rojas, señalar la pena máxima. La tiró Braithwaite, cuyo suspiro antes de disparar no auguraba nada bueno. Y la tiró fuera.
El fallo pareció dejar ‘groggy’ al Barça, que quedó durante unos cuantos minutos a merced de un animoso y valiente Eibar, que se fue a presionar sin miedo la salida de balón del equipo de Koeman. Kike García, con un remate a la media vuelta, rozó el gol visitante.
Araujo respondió poco después con un cabezazo que paró Dmitrovic, tres minutos antes de que Braithwaite cantase gol… aunque poco le duró la alegría.
El VAR, que le dio al Barça el penalti, le quitó en esta ocasión el tanto del delantero danés porque la puntera de su bota derecha estaba en fuera de juego.
El nuevo jarro de agua fría y la continuada presión del Eibar mantuvo al Barça con las constantes vitales muy bajas. Para reanimarlo, Koeman puso a calentar a Dembélé, ya recuperado tras su última lesión muscular.
Pero ni su presencia en la banda animó a sus compañeros, que hasta el descanso se vieron incapaces de incordiar al portero del Eibar.
Cambios drásticos tras el descanso
Koeman aprovechó el descanso para retocar la alineación y el dibujo táctico. Dejó a Dest en la caseta y puso en su lugar a Dembélé.
Con la marcha del lateral holandés, el equipo recuperó el esquema inicial del técnico holandés, el 4-2-3-1. Y lo cierto es que el intermedio, la entrada de Dembélé y el retoque táctico pareció despertar al equipo.
En el minuto 49, Dembélé ya probó fortuna con un tiro enroscado con la zurda se fue fuera. Dos minutos después, Pjanic probó de lejos con un tiro lejano. En el 53’, Griezmann tiró raso, escorado, obligando a Dmitrovic a estirarse para blocar el balón.
Y en el 57’, hubo una doble ocasión clarísima que tampoco aprovechó el Barça. Dembélé falló solo ante Dmitrovic a pase de Pedri y el rechace del portero armero lo remató De Jong tan flojo que provocó hilaridad.
Y de la doble ocasión del Barça, al gol del Eibar, provocado por un fallo infantil en la salida de balón de Araujo que, como último hombre, le regaló el balón a Kike García.
El delantero del Eibar, sólo ante Ter Stegen, batió al ayer capitán azulgrana con la izquierda.
Más cambios y empate
Tras el mazazo visitante, Koeman decidió quitar a Pjanic y Griezmann y dar entrada a Trincao y Coutinho. Y al poco de los relevos llegó el empate azulgrana tras una buena jugada por la izquierda de Junior cuyo centro remató a gol en la otra banda, entrando de atrás, Dembélé. Era el minuto 67 y quedaba tiempo para la remontada.
El gol animó al Barça y el campo pareció inclinarse unos minutos hacia la portería del Eibar.
Braithwaite rozó el 2-1 tras un buen centro de Dembélé. Pero el efecto gaseoso duró poco y el ritmo atacante azulgrana vlvió a decaer. Sólo a cinco minutos del final, un par de ataques de Dembélé y Pedri parecieron despertar al equipo.
Última ocasión y lesión de Coutinho
Koeman quemó el último cartucho con Riqui Puig, que entró por Pedri. La tuvo Trincao tras una buena acción personal dentro del área que no supo concretar porque su remate se fue fuera por poco.
El triste epílogo del partido lo puso un Coutinho que se fue lesionado con mala pinta por cómo se fue del campo, sin poder flexionar su rodilla izquierda.
POSPARTIDO #BarçaEibar
“El gol de ellos es una distracción que no se puede conceder"
_ @RonaldAraujo939 _ pic.twitter.com/fQwqJnIZSd
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 29, 2020
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