Trabajadores de Sidernac exigen alimentación

Tras los pocos beneficios que reciben en la Siderúrgica Nacional, trabajadores se dirigieron a las oficinas de Inspectoría del Trabajo para entregar peticiones y recibir posibles respuestas.

Alejandro Álvarez, secretario general de Sidernac, afiliado a la Central de Trabajadores de Venezuela Únete, indicó que han acudido a todas las instancias para que se respeten y protejan los derechos laborales.

Señaló que este jueves hicieron una solicitud a la inspectora jefe del Trabajo, Keny Bello, para una visita a Planta Casima, en el centro de acopio de insumos metálicos de Puerto Ordaz, a fin de constatar cada una de las violaciones que se han hecho en materia de derechos laborales.

“Esto no es nada nuevo, pero la crisis se ha agudizado, porque ha existido un silencio cómplice, como la de la Inspectoría del Trabajo, como la Defensoría del Pueblo”, dijo.

Extendieron su comunicado al defensor del Pueblo, para que intervenga también en este caso.

Sin respuestas
Alegó que este jueves cumplen dos años de haberle entregado una primera comunicación, pero no han recibido respuestas ante el llamado.

“El pueblo venezolano trabajador tiene hambre, un obrero siderúrgico no puede comer con 280 mil bolívares, es imposible, porque en Ciudad Guayana un kilo de carne cuesta 300 mil, no podemos comer, no hay comida en nuestros hogares”.

Señaló que la empresa pretende obligarlos a trabajar sin alimentación: “No hay comida, no hay salud, ni derecho a la educación”.

Indicó que tampoco han cancelado la mensualidad de los colegios de sus hijos, lo que para ellos es una vergüenza.

Exigen la participación de las autoridades a fin de que pueda solventar la situación.

Recalcó que desean trabajar y así lo han demostrado en reiteradas ocasiones, pero con la poca alimentación, la faena de los obreros a más de 1.600 grados de temperatura se hace difícil.

“Un trabajador no trae comida de su casa, pasa ocho horas sin comer, tampoco tiene esperanza de comer en su hogar al regresar porque no puede costear los alimento”.
Por otra parte, también les preocupa la parte psicológica de los familiares de los obreros.

Cerró Álvarez con que este no es un gobierno obrerista.

Además, invita a cualquier sindicato socialista para debatir sobre los beneficios.

“Queremos que se cumpla con la contratación colectiva, pero en este momento no pedimos pasivos que nos deben o planes vacacionales, exigimos comida”.

Amedrentados

Resaltaron que funcionarios del Dgcim estuvieron en las instalaciones de la empresa y se llevaron a dos trabajadores solo por tener un papel con el escrito “salario digno”.

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