Trabajadores de Guayana con pocas expectativas para este 1 de mayo

Con el aumento del salario mínimo pendiente desde hace varios años, los trabajadores de Guayana manifiestan pocas expectativas al respecto para este 1 de mayo.

Ramón Gómez, miembro de la Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG), recuerda que sus exigencias “tienen vieja data” y se basan en un verdadero aumento con repercusión en las prestaciones sociales y los beneficios establecidos en las convenciones colectivas.

Recuerda que no han recibido ningún ajuste real de sus ingresos, lo cual se ha achacado a la situación económica que atraviesa el país.

El secretario general del Sindicato de Profesionales y Técnicos de la Corporación Venezolana de Guayana considera que el gobierno se ha hecho “de la vista gorda”, por lo que como ciudadanos se enfocan en buscar un cambio profundo de modelo político.

Al respecto, coincide Jean Franco, trabajador de Sidor y miembro de la Unidad en la Coincidencia, quien manifiesta que el incremento de bonos no repercute en sus beneficios y, mientras la canasta alimentaria supera los $ 500, el salario mínimo está en $ 3.5.

“Cualquier aumento que el presidente vaya a agregar este 1 de mayo, si es que lo piensa hacer, sinceramente no va a cubrir ni siquiera lo que es la canasta alimentaria”, comenta.

Señala que en las Empresas Básicas el ingreso de los trabajadores está sectorizado, pues hay algunos que están dentro de planta y perciben algunos beneficios, pero también se mantienen otros desincorporados que reciben un solo 30 % de salario.

Trabajadores rechazan bonificaciones

Franco considera la posibilidad de que el Gobierno nacional continúe implementando las bonificaciones, por el hecho de que no repercuten en ningún tipo de concepto salarial y lo ven como la vía más aceptable.

“Aplican las bonificaciones y después se ve a un trabajador en diciembre sacando $ 200 de utilidades, sacando $ 200 de vacaciones, donde nosotros antes pasábamos unas navidades bien felices con nuestros familiares y, con las vacaciones, hacíamos muchas cosas”, recuerda.

Raúl Brito, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Apuneg), resalta que permanecen tres años sin incremento salarial y la política de bonificación atenta contra la calidad de vida de los trabajadores.

Asegura que el Gobierno nacional tiene la capacidad de aumentar el salario mínimo en al menos $ 200. “No tiene excusa, no son las sanciones, no es el bloqueo. Creemos que es otro tipo de política de jugar con las expectativas de los trabajadores”, sostiene.

Los universitarios esperan que se eliminen las bonificaciones y pueda rescatarse el incremento salarial y la discusión del contrato colectivo.

Brito destaca que el ejecutivo mantiene una deuda con los jubilados en el periodo del 2018 a 2022, porque les “desaparecieron” las prestaciones sociales y deben pagarlas de manera indexada.

“No estamos de acuerdo con la bonificación. Exigimos que el incremento salarial sea como $ 200 mínimo y que sea progresivo (…) el banco central manifestó que el crecimiento del país va a ser 4 % sobre el Producto Interno Bruto, es una cantidad inmensa de dólares”, afirma.

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