Celdas aún sin funcionar

Hace siete meses en Venezuela se registró un mega apagón generalizado que cortó el suministro eléctrico a escala nacional.

La falla, ocurrida en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, afectó seriamente la reductora estatal venezolana de aluminio Venalum.

Los equipos utilizados para fabricar aluminio se dañaron y la industria se vio obligada a cerrar.

Las últimas 74 celdas tanto de Venalum como de Alcasa quedaron inoperativas.

Javier Torres, quien es presidente del Movimiento7 La Voz Alcasiana en Alcasa, rechaza la tesis que la desidia en las empresas básicas se deba exclusivamente al tema de los apagones.

“Su total paralización no se puede atribuir solo al apagón de marzo”, cuenta.

Sostiene que buena parte de la situación actual es por mal manejo y falta de inversión por parte de las autoridades.

Y es que antes de las fallas, solo operaba un 6 % de las celdas, mientras que el porcentaje restante estaba en desuso.

Cuenta que a nueve meses del hecho, no han arrancado y que la producción de aluminio brilla por su ausencia.

Resaltó que los trabajadores atraviesan una situación difícil y denuncia que hubo mal cálculo en el pago de las utilidades.

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