El mago de la niebla: La muerte mayo de 1940
Ese día, antes de desistir, le recordaba al hijo de Vicenta la necesidad de un templo digno para los hijos de Dios y cómo eso haría bien a todos, un lugar donde podrían reunirse, meditar, orar, sentirse cerca de la divinidad, en lugar de perder el tiempo entre juegos y miche en la plaza.