Abraham Gómez R.
Guayana Esequiba: cualquier omisión o imprudencia se paga con creces y con cruces
Los silencios oficializados se pagan caros. Tales quietudes las conocemos como Aquiescencias. Las mencionadas actitudes estatales (o por lo menos, la de algunos funcionarios (in)competentes) conforman incomprensivas permisividades.