30 años de cárcel para tres acusados de abuso sexual a menores en Upata

A 30 años de prisión fueron condenados tres ciudadanos acusados de abuso sexual y actos lascivos en perjuicio de cinco menores, tras casi dos años de iniciado el proceso judicial.

La sentencia condenatoria fue emitida la semana pasada, por el Tribunal Primero de Juicio con competencia en delitos de Violencia Contra la Mujer del Segundo Circuito Judicial en Bolívar, mencionaron fuentes judiciales.

Juan Carlos González, Joel José Rivas y Luis Darío Vargas fueron encontrados culpables y recibieron la pena máxima permitida en Venezuela, tras varias horas de debate en la sala del juzgado en Puerto Ordaz, con ambas partes de la causa.

Del primero de los acusados, se conoció que era padrastro de las víctimas, mientras que los otros eran pastores evangélicos de una iglesia. Los imputaron por abuso sexual en perjuicio de una menor de 12, 5, 4 y dos de 8 años.

Por otro lado, se conoció que la defensa apelará la decisión del Tribunal por considerar que “no se tomaron en cuenta las pruebas científicas, como la prueba de ADN y semen”.

Los arrestaron en el 2019

Del caso, es de recordar que tanto González como Rivas y Vargas fueron aprehendidos el pasado octubre de 2019.

El arresto se dio luego que las víctimas acudieran a representantes del Consejo Comunal del sector Valle Verde, en la población de Upata, y relataran lo que estaba sucediendo.

Fue entonces cuando vecinos decidieron interponer la denuncias ante las autoridades y estos en concordancia con el Ministerio Público iniciaron las averiguaciones e hicieron la posterior detención.

Rompieron el silencio

Sobre los hechos, fuentes ligadas a ello, señalaron que González valiéndose de su cercanía con los niños, en los momentos que quedaba a solas con ellos, aprovechaba para cometer el agravio.

Las investigaciones judiciales habrían arrojado que González violó a la niña de 12 mientras que con el resto solo hubo “manoseo”.

Trascendió que los menores al verse agobiados por la situación que sufrían con González decidieron acudir a los líderes de la iglesia Cielos Abiertos en la zona en busca de ayuda.

Sin embargo, no fue así. Se dice que Rivas y Vargas, quienes lideraban la congregación, valiéndose de la confianza de los niños también comenzaron a cometer actos lascivos en contra de al menos cuatro de ellos.

Así pasó tiempo hasta que las víctimas rompieron el silencio ante el Consejo Comunal.

Un caso que causó conmoción en la población, pues durante las averiguaciones y arresto de los acusados, funcionarios habrían dado con una habitación donde consiguieron evidencias que lo incriminaban, desde preservativos, lubricantes, sustancias estupefacientes, látigos y fotos de menores.

Al parecer, ese sería el lugar que los pastores usaban para cometer el delito.

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