Se cumplieron 10 años de la muerte del productor Joaquín Riviera
La historia de arraigo del Miss Venezuela como programa de televisión es incomprensible sin la figura de Joaquín Riviera.
Con su bagaje como productor de variedades y con su capacidad para supervisar al equipo de trabajo, imprimió fastuosidad a un evento anual que, hasta su llegada, se había caracterizado por la sencillez.
Favorecido, además, por la autorización gubernamental para colorear la pequeña pantalla, asumió el reto de organizar el recibimiento de la primera Miss Universo criolla, Maritza Sayalero, como una tarea temporal que no abandonó hasta sus últimos días.
La decisión resultó de vencer el prejuicio que tenía con las candidatas, a quienes percibía como jóvenes indisciplinadas.
Con Osmel Sousa, Emma Ninaus y María Kallay como aliados, pulió la fórmula para crear números musicales que permitieron la participación activa de las chicas, siguiendo las indicaciones de la coreógrafa Mery Cortez, a partir de partituras compuestas y arregladas por Arnoldo Nali e Isaías Urbina.
Para dar la cara frente al público, formó una pareja de animadores como ha habido pocas en la historia de la televisión nacional.
Gilberto Correa y Carmen Victoria Pérez dotaron de sobriedad y elegancia un show variado en géneros, con toques nacionalistas, invitados internacionales y niños generando empatía.
Consolidado el espacio en el gusto de los televidentes, le apostó con gran éxito a Maite Delgado.
El experimento, que comenzó en 1979 como una encomienda ejecutiva, ocupó buena parte de la vida adulta de Joaquín Riviera. Lo hizo hasta 2012. El siguiente año, exactamente el 21 de abril, murió en su apartamento de la capitalina avenida Libertador. Parece que fue ayer, pero ya ha transcurrido una década.
La semilla
Habanero de nacimiento, Joaquín permaneció cinco meses en Camagüey, cortando caña de azúcar, con el propósito de lograr el permiso del gobierno castrista para abandonar la isla.
Pudo hacerlo en 1969, volando a Madrid, donde lo contactó el vicepresidente de Venevisión, Enrique Cuscó, quien le propuso producir un nuevo programa de corte musical.
El 28 de junio aterrizó en Maiquetía. Catorce años atrás había conocido el país como parte de la gira realizada por Los Riviera, el trío que consolidó su vocación y que lo dotó de su apellido artístico.
Su primer compromiso fue “De fiesta con VV”, génesis de lo que más tarde sería el Miss Venezuela. También fue su primer contacto con Gilberto Correa. El espacio permaneció un decenio en pantalla. Con el tiempo, siempre leal a la televisora de La Colina, asumió la producción de los mensajes navideños y ascendió al tren ejecutivo.
Joaquín Alejandro Castellanos Valdés nació el 26 de diciembre de 1932, en La Habana. Obtuvo el título de bachiller comercial en La Salle. Estudió danza y coreografía. Trabajó en los cinco cabarets más conocidos de la capital cubana, antes de emigrar.
Trajo a Isabel, su única hermana, con quien vivía al momento de su deceso. Se sentía especialmente orgulloso de haber producido la inauguración de los Juegos Panamericanos de 1983, cuando reunió a 12.000 personas en el estadio Olímpico.
Apoyado en “Los cuatro fantásticos” (Erik “Pollo” Simonato, Ricardo Di Salvatore, Vicente Alvarado y Peggy Navarro) asumió el acto de apertura de la Copa América 2007.
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