Río de Janeiro posterga su Carnaval debido a la pandemia
El Ayuntamiento de Río de Janeiro aún debe anunciar una decisión sobre las fiestas callejeras del Carnaval que también se realizan a lo largo y ancho de la ciudad. Pero su agencia de promoción turística dijo en un comunicado enviado a una agencia de noticias el 17 de septiembre que sin una vacuna de coronavirus, es incierto cuándo se podrán volver a realizar eventos públicos grandes.
El primer caso confirmado de coronavirus en Brasil se registró el 26 de febrero, un día después de que terminó la edición de este año del Carnaval. A medida que el número de infecciones creció, las escuelas de samba que participan en el desfile anual suspendieron los preparativos para el evento de 2021. El anuncio del jueves quitó la nube de incertidumbre que se ha cernido sobre la ciudad, una de las más afectadas por la pandemia en Brasil.
Casi todas las escuelas de samba de Río están estrechamente relacionadas con las comunidades de clase trabajadora. Sus procesiones incluyen elaborados carros alegóricos acompañados por tamborileros y bailarines disfrazados que cantan a todo pulmón para impresionar a un panel de jueces. Decenas de miles de espectadores abarrotan las gradas de la arena, conocida como Sambódromo, mientras que decenas de millones observan el espectáculo en la televisión.
El inmenso trabajo requerido para cada espectáculo se vio obstruido inicialmente por las restricciones que el gobernador de Río impuso en marzo a las reuniones. Incluso con esas medidas, la región metropolitana de Río, donde viven 13 millones de habitantes, acumula a la fecha más de 15.000 muertes por COVID-19.
Bajo las gradas del Sambódromo, la ciudad instaló un albergue para la población sin casa y vulnerable en los tiempos de la pandemia.
La fiebre de ánimo de todas las ciudades suburbanas de Río como Nilopolis, cuyos 160.000 habitantes animan a la escuela de samba Beija-Flor, ha desaparecido, según Simas.
Algunos de los artistas participantes recurrieron a trabajos ocasionales y conciertos. Diogo Jesús, el bailarín principal que tiene el título de “maestro de ceremonias” en la escuela Mocidade, no podía juntar para la renta sin su ingreso de eventos privados. Comenzó a ser conductor de Uber y coser mascarillas para venderlas en una feria.
“Fue un golpe. Vivimos el Carnaval todo el año y mucha gente cuando advirtió que todo se pararía termino enfermándose o deprimida”, dijo Jesús en una entrevista dentro su casa en Madureira, un vecindario en el norte de Río. “El Carnaval es nuestra vida”.
La anterior ocasión que un Carnaval de Río fue suspendido fue en 1912 debido a la muerte del ministro de relaciones exteriores. El alcalde de Río, entonces capital de Brasil, pospuso dos meses todos los permisos para las populares fiestas de Carnaval de las asociaciones de baile, según Luís
La demora del desfile del Carnaval privará al estado de Río de los ingresos del turismo que tanto necesita. En 2020, el Carnaval atrajo 2,1 millones de visitantes y generó 4.000 millones de reales (725 millones de dólares) en actividad económica, según Riotur. La agencia no precisó el jueves en un comunicado la suerte de las fiestas callejeras que acompañan al Carnaval.
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/KnTn2mbuRdQBnU8na18Mod
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia