Protagonista de Emily en París no está seguro de volver para la próxima temporada
Emily en París puede no ser la serie con mejores críticas de Netflix. Sin embargo, en sus cuatro temporadas, ha conseguido hacerse un hueco en el abarrotado catálogo del gigante del streaming e incluso se ha convertido en uno de esos placeres culpables entre la audiencia.
Su cuarta entrega, estrenada este verano, ha vuelto a confirmar que los usuarios son fieles a los líos amorosos y laborales de la protagonista de Lily Collins y sus amigos. Tras otra crisis más con Gabriel (Lucas Bravo), Emily ha cambiado París por Roma, donde arrancará la quinta temporada, ya confirmada.
Es más, la mudanza de la protagonista ha ocasionado un conflicto diplomático, con el presidente de Francia Emmanuel Macron reclamando a Emily en su capital y el alcalde de Roma, Roberto Gualteri, respondiendo.
Sea como fuere, al menos al inicio de la próxima entrega, Emily estará en Roma al frente de la sucursal italiana de la agencia Grateau mientras se da una nueva oportunidad en el amor con Marcello (Eugenio Franceschini), el heredero de la moda al que conoció en su accidentado viaje de esquí.
Sin embargo, el principal interés amoroso de la protagonista, el chef Gabriel, podría no acompañarlos en los nuevos episodios. Así lo ha asegurado el actor Lucas Bravo en una entrevista para Indie Wire.
Desde la primera temporada, Emily y Gabriel se han visto envueltos en un romance de lo más tormentoso, con infidelidades y varios terceros en discordia, e incluso los fans de la pareja se han hartado de su dinámica tóxica, llegando a pedir que la protagonista se quede con Alfie (Lucien Laviscount) o Marcello.
Incluso el actor Lucas Bravo, que da vida a Gabriel, está cansado del rumbo que ha tomado su personaje y no sabe si quiere regresar en la quinta entrega de la serie. “El ‘chef sexy’ era parte de mí en la temporada 1, y me fui alejando temporada tras temporada por las decisiones que toma y por la dirección que han hecho que tome”, ha asegurado el francés.
“Nunca he estado tan alejado de él”, ha continuado explicando: “En la temporada 1, había mucho de mí en él. Pero a medida que lo han hecho ignorante de lo que pasa a su alrededor, de las dinámicas, siempre victimizándose y totalmente perdido y distraído de lo que pasa en su entorno, y siendo manipulado por todo el mundo, ya no es divertido para mí rodar o ver a un personaje que quiero tanto y me ha dado tanto convertirse en guacamole. Me he alejado muchísimo de él”.
Además, Bravo ha asegurado que se siente limitado por el guion a la hora de proponer cambios para el personaje.
“He intentado durante varias temporadas añadir matices, pero no tenemos mucha libertad en el set”, ha desvelado: “No podemos cambiar una palabra o una emoción. Saben lo que quieren y nosotros solo tenemos que acatar”, insistió.
De ahí que se plantee no volver en la próxima entrega: “Me hace cuestionarme si quiero ser parte de la temporada 5 porque mi contrato acaba con la temporada 4. Realmente quiero ver si Gabriel recupera su versión divertida, descarada, juguetona y viva. Porque tres temporadas interpretándolo melancólico, triste, deprimido y perdido ya no es divertido”.
Como el actor bien apunta, Emily en París no deja de ser una comedia, pero él ya no está disfrutando de ella: “Todo el mundo se lo pasa bien a mi alrededor, todos están brincando. Y yo estoy hundiéndome poco a poco en dios sabe qué”.
Sin duda, el personaje de Gabriel ha sido el que peor desarrollo ha tenido a lo largo de la ficción, ganándose el rechazo del público y del propio actor que le da vida.
Tocará esperar para saber si el equipo detrás de Emily en París toma nota de las palabras de Bravo y consigue redirigir el arco del chef. Nos guste o no Gabriel, es un protagonista indispensable y su ausencia bien podría hacer peligrar el futuro de la serie.
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