Músicos hacen radiografía de necesidades del gremio en Caroní

Los músicos de Ciudad Guayana confían en tiempos mejores para el gremio, no solo por la merma en empleos que supuso la llegada de la pandemia sino también por la falta de políticas serias para el trato a los artistas.

Noviembre es el mes del músico aunque el día oficial sea cada 22, Día de Santa Cecilia. La ocasión sirve para reflexionar sobre el estatus de ellos en la actualidad y la mirada al retorno de los conciertos y presentaciones en directo. Además sobre lo que consideran debe ser prioridad para el 2022 en los gabinetes de cultura de alcaldía y gobernación.

Semilleros

Lo primero que se analiza es la cantidad de espacios para la formación musical con sólida estructura académica como la Escuela Municipal de Música, el Conservatorio de Educación Musical Integral (Cemi) “Rito Mantilla” y el mismo Sistema de Orquestas.

Hace un par de meses la misma Orquesta Sinfónica de Ciudad Guayana pasó por un momento de incertidumbre al ser desalojados de su sede en el edificio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), antiguo Maxy’s en Alta Vista, en donde ahora funciona el hospital para atender a trabajadores de las empresas básicas.

Pero luego fueron reubicados en la sede de Planificación de CVG frente al antiguo Graffiti. Las clases se reactivaron paulatinamente en grupos reducidos, pero aún no se olvidan los pendientes que hay en núcleos como Vista al Sol, San Buenaventura y Pozo Verde que ameritan atención.

El Cemi también paró sus clases presenciales en la parte más ruda de la pandemia. La institución lanzó su plataforma online para no perder el contacto con el alumnado y pudo expandir su rango de atención para recibir a alumnos de otros municipios de Bolívar , de otros estados de Venezuela y hasta del exterior, como explica su director, Orlando Sifontes.

Sin embargo, su sede en la UD 104 en San Félix requiere de “una ayudaíta” pues ha sido visitada por el hampa un sinnúmero de veces.

De un proyecto de finales de los 90, el Cemi posee un terreno en Villa Granada en donde se construiría un complejo cultural no solo para dar clases de música sino para brindar una oferta completa de entretenimiento y atención a músicos, pero hasta ahora no se ha contado con inversión pública o privada para hacer realidad el proyecto.

Y ¡Ojo! Que el terreno es privado por si alguien ya andaba con ideas raras o planeando en suelo ajeno. Lo que es falta es el milagro de “la plata”.

A la Casa del Músico donde ensaya la Banda Municipal de Caroni, patrimonio cultural del municipio, también le hace falta una mano para que la hermosa estructura, de icónica arquitectura, se recupere por completo y quienes reciben formación allí, lo hagan en óptimas condiciones.

Una ciudad cultural

El docente y músico Edgar Pino Padovani sueña con una ciudad en donde se creen más espacios nuevos para el arte y la cultura. No solo para la música sino para todas las expresiones artísticas.

El cantante Carlos El Magico reconoce el valor del artista de la zona y el esmero que le coloca para alcanzar metas en su carrera y que muchas veces está llena de dificultades.

Pide que se tome en cuenta en proyectos y contrataciones a los nuevos artistas que van emergiendo y que puedan integrarse a las luchas y organizaciones que quieran trabajar por la cultura en la ciudad.

“Los músicos necesitamos: más apoyo y difusión de la labor que se haga, medios de transporte y mejor acceso a los sitios en los que se elaboren conciertos”, opina la cantante coral Karolina Belisario.

Mientras que para el tenor Adrián Cedeño hay varios puntos pendientes.

“Reactivación y remodelación de los espacios destinados a la cultura como los teatros y salones de las empresas básicas. La Sala de Arte de Sidor, el Teatro de Piedra. Facilitación de transporte y acceso a los eventos en los sitios mas lejanos para acercar a las personas a la cultura”, enumera Cedeño.

Tiene una visión más amplia sobre las condiciones de los espacios para la música.

“Construcción o replanteamiento de un espacio céntrico destinado a albergar a la Orquesta Sinfónica de Ciudad Guayana, brindándole mayor vistosidad y popularidad a las artes musicales en la ciudad. Donde en el mismo se provea de salones de ensayos, presentaciones, y espacios para diferentes agrupaciones culturales de la ciudad, música, baile, teatro etc”, agrega.

En retomar esos lugares de la ciudad también coincide Jaiver Villarroel, Versolibre. “Si puedo hacer una petición sobre esta nueva gerencia que llega al estado es la de fomentar actividades, del tipo musical. (…) Festivales de coros, habilitar los teatros, los de las empresas básicas, la Concha Acústica de San Félix, el Parque Bicentenario. Festivales de calipso, de parranda, de danza, intercolegiales de la voz”, subraya.

“Hay una cantidad de cosas que podemos retomar para hacer saber a la sociedad que este tipo de actividades, en sus vidas, sirve como una herramienta que construye y fomenta valores y que también incentiva a los chamos dentro de las barriadas o dentro de cualquier sector popular del estado a interesarse, a tener inquietudes que o lo vinculen al arte. Y definitivamente, un artista más va a ser un arma menos en las calles”, destaca el exintegrante de 5nFusión.

Visión global

Carolina Rodríguez es músico y productora de eventos culturales. Demanda además del rescate de los espacios, una agenda de actividades de formación y entretenimiento que recorra los rincones del municipio.

“Generar un circuito de actividades que involucre cada una de estas plazas, una por mes, abordando así diversos sectores del municipio y dando vida a las plazas como espacios del reencuentro que la falta de seguridad, transporte e iluminación han dificultado, convirtiéndolas en espacios vacíos y peligrosos”, detalla Rodríguez.

“Esta planificación puede incorporar no solo música sino pintura, danza, teatro, poesía y otras expresiones culturales, indudablemente incorporando nuestro folklore dentro de cada actividad, las mismas pueden establecerse con una temática por año, promover así la manifestación cultural como parte de nuestra cotidianidad”, sugiere la productora.

“En cuanto a los eventos, es importante que las solicitudes de permisos para crear eventos sin fines de lucro, a beneficio de la comunidad y con propósito de incorporar a sectores de la misma, que reciban la viabilidad necesaria para gestionarlos sin inconvenientes ni dilaciones, retomar la posibilidad de exonerar los impuestos correspondientes cuando dichos eventos se realicen ‘a beneficio de'”, exhorta a las autoridades.

Sobre el tema bioseguridad, propone “crear una campaña de concientizacion previa a cada evento sobre la normativa a seguir para disfrutar de los mismos”.

Estabilidad laboral y respeto

Justo el 22 de noviembre, 180 artistas, la mayoría músicos, firmaron el acta de creación en San Félix de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras de la Cultura en Caroní.

Busca, entre otros objetivos, hacer valer los derechos laborales de quienes se dedican al arte.

Lo que permite hacer una revisión seria del tema de las contrataciones y pago de honorarios por servicios artísticos.

Juorland Sifontes es músico y productor. Siempre sostiene que en el estado hay un talento que se pierde de vista pero que no aún tiene pendiente materias como organización, educación financiera y hasta aspectos técnicos y éticos.

Tiene un deseo claro: “Que pasemos de ser un país que exportaba petróleo, y empecemos a exportar mucho más música, y que no se nos vayan tantos músicos que sea sostenible producir desde acá”.

Se une a la petición de reimpulsar la agenda e eventos y que las contrataciones puedan llegar para todos sin discriminación. El liderazgo, la persistencia y la educación serán claves, apunta.

En la misma onda, desde Estados Unidos, el cantante y compositor, Leo Gruber, señala que son varios los asuntos con el artista local.

“Que la gente entienda que el trabajo de entretener a través de la música tiene un valor importante. Que mejore la economía y que sindicalice y/o regula la actividad para mejorar estándares de calidad y servicio”, sugiere.

El costo de la preparación, los instrumentos y los repuestos, sonido, vestuario, transporte y todos los elementos que se incluyen en la planificación de un espectáculo son apenas algunos de los números que luego terminan reflejados en el presupuesto que se entrega; por lo que entender el servicio con la seriedad pertinente tanto de entes privados como públicos es el llamado con el que finalizan.

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