Leticia Acuña: Una vida dedicada al canto

Aunque se formó como internacionalista, al llegar a Ciudad Guayana, Leticia Acuña dejó su profesión a un lado y empezó a dedicarse a la música.

Como soprano y profesora en una academia, asegura que el canto ha sido su vida y que la base para alcanzar metas es el estudio y la disciplina.

La caraqueña llegó en el año 1989, tiempo en el que inició trabajos en el quinteto Churún Merú. Sin embargo, luego hizo un “compás de espera” y durante una década se dedicó exclusivamente al hogar y a sus hijos.

En la familia de Acuña, todos sus miembros son músicos. Con orgullo, destaca que sus hijos han hecho música, cada uno desde sus espacios.

“Cuando vuelvo a la música es a trabajar con coros de la zona. Surge la idea de hacer montajes sinfónicos, desde el 2002 empezamos (…) después nace Leticia Acuña Voz y Canto como tal, en el 2008”, recuerda.

Desde entonces, continuaron trabajando con el proyecto sinfónico coral y decidieron empezar con la formación de cantantes en una cátedra abierta en el 2012.

En Leticia Acuña Voz y Canto, el trabajo ha sido constante y ni siquiera la pandemia de covid-19 fue excusa para detenerse. Al volver el mundo a la normalidad, presentaron conciertos en noviembre y diciembre del 2022 para celebrar el décimo aniversario de la cátedra.

Acuña: Terapista de voz

Desempeñarse como terapista de voz ha significado una faceta gratificante en la vida de Acuña, pues ha brindado apoyo a pacientes con diferentes condiciones y roles.

Para ella, trabajar en la recuperación de la voz también implica rescatar la sonrisa y la alegría de las personas que acuden por no poder hablar.

“Hay que trabajar mucho sobre el estado anímico de la persona, a veces llegan muy deprimidos porque no saben qué pasó (…) hay toda una explicación que dar de por qué sucedió y a dónde vamos a ir”, señala.

Esta ha sido una oportunidad que Leticia Acuña ha tenido para aprender, pues ningún paciente es igual a otro y “no hay un ABC” para la atención.

Disciplina y trabajo diario

La profesora asegura que no paran de producir ni de pensar para continuar buscando el crecimiento y, con agradecimiento, reconoce que el trabajo no ha sido suyo, sino de los alumnos que van formando.

“Leticia Acuña está reflejada en sus alumnos, no en el trabajo de Leticia Acuña sola”, comenta.

Afirma que el trabajo de la música requiere tiempo y, con constancia, continúan preparándose.

“Un cantante no se forma en tres meses, un cantante se forma en el tiempo y, a medida que vas estudiando, más te das cuenta que tienes que seguir estudiando”, manifiesta.

La artista aconseja nunca dejar a un lado la formación, ya que de la misma manera en que otras carreras avanzan, el canto también lo hace. En estos casos, la disciplina es básica para el cantante.

“Tenemos que cuidar nuestro instrumento porque nuestro instrumento no tiene sustituto, si queremos ser un buen cantante”, sostiene.

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