Kourtney Kardashian revela que sigue bebiendo leche materna

Kourtney Kardashian es la última celebrity en sumarse a la moda de utilizar la leche materna con fines más allá de la propia lactancia, a pesar de que puede conllevar serios riesgos. De hecho, la primogénita de Kris Jenner ha afirmado que si la sigue bebiendo es porque le ayuda a superar momentos en los que se siente “mal”.

La empresaria y estrella de la telerrealidad, que la semana que viene cumplirá 45 años, dio hace alrededor de cinco meses la bienvenida a su hijo Rocky, el primero con su esposo Travis Barker. Y, recientemente, a través de una story ante sus casi 225 millones de seguidores, explicó que se encontraba “enferma”. Pero ella misma se dio la solución.

“Acabo de tomarme un vasito de leche materna porque me siento bastante mal”, escribió la hermana de Kim Kardashian en su Instagram junto a una fotografía en la que aparecía recostada en la cama y levantando el pulgar hacia arriba. “¡Buenas noches!”, terminó Kourtney, que no dio más detalles ni de su malestar ni de hace cuánto que ha adoptado la leche de la lactancia como remedio casero.

Es una práctica cada vez más común entre las celebrities. El verano pasado la cantante Halsey habló de sus cualidades, mientras que a finales de 2023 la extenista Serena Williams reveló que utiliza leche materna para sus cuidados de la piel, ya que apenas un par de gotas eran capaces de curarle cualquier quemadura solar.

Desde E! News ya han advertido que se trata de un remedio que se utiliza desde hace mucho tiempo, pero que conlleva multitud de riesgos. “La leche materna es rica en nutrientes, vitaminas y propiedades protectoras antibacterianas e inflamatorias”, comenzó explicando al medio la doctora Sherry Ross, obstetra y ginecóloga.

“Pero las variables que afectan a la composición de la leche materna de cada persona incluyen desde su estado de salud a la dieta que lleve a cabo en ese momento, su propia reserva [de esos nutrientes, vitaminas, etc.] y a que lleve unas correctas prácticas higiénicas”, añadió.

Por tanto, “al ser la leche materna un fluido corporal”, recalcó la doctora, “siempre va a existir un riesgo de que transmita enfermedades infecciosas como la hepatitis B y la hepatitis C, el VIH, la sífilis o el citomegalovirus —relacionado con los gérmenes que causan la varicela y la mononucleosis—”.

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