Placeres

Guillermo Mora: Registro de los recuerdos de Guayana

Urge protección de su serie de fotografías de Ciudad Guayana y una manutención para el fotógrafo.
sábado, 20 julio 2019
Guillermo Mora
Jesús Abinazar | Mora es alegre y reservado, con la educación de los andinos

La memoria de Ciudad Guayana se puede apreciar en las valiosas galerías fotográficas de Guillermo Mora.

Es un registro coleccionado a través de los años: un resumen de la historia de Ciudad Guayana, la urbe del futuro, la ciudad que él vio fundarse y expandirse poco a poco.

Recientemente, llevó su muestra 56 años de imágenes de Guayana al Salón de Úsos Múltiples de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) Guayana.

Examinaba la exposición antes de que abriera al público. Se sienta en una de las sillas del vacío espacio y da rienda suelta a sus memorias con la amabilidad que le caracteriza.

Historia detrás de la cámara Guillermo Mora, de 80 años de edad, nació el 31 de mayo de 1939 en Santa Cruz de Mora, estado Mérida. Mora es un señor con cataratas en sus ojos, de canoso cabello, estatura media y una sonrisa que calienta el corazón.

Es hijo de Avelino Mora, electricista y fotógrafo cronista, e Irene Hernández de Mora, mujer de casa que se encargó de educar a sus siete hijos.

Mora y su familia vivían en Maracay cuando uno de sus hermanos, capitán Mario Mora (primer piloto que llegó a Guayana) quien daba clases de vuelo en la ciudad, es solicitado a trabajar en la Orinoco Mining Company (actual Ferrominera) como piloto de sus aviones.

Como vivía con su familia, la empresa le ofreció una casa en el campo B, por lo que se trasladaron todos a Ciudad Guayana.

 

El primer clic

Avelino acostumbraba a tomarle fotos a su familia, de ahí nació el interés, luego amor, hacia la fotografía por parte de Morita.

Luego de varios años en la ciudad, compró una cámara a un italiano (la cual no terminó de pagar, y se la terminó obsequiando) y, aproximadamente a partir de 1969, empezó a tomarle fotos a aviones y a las aeromozas al partir de la pista; al regresar de sus destinos les regalaba a las aeromozas las fotografías que había tomado y estas, a cambio, le daban desayunos.

 

Trabajo en medios

Comenzó a trabajar en diarios (El Luchador, El Bolivarense, El Expreso, El Guayanés, Noti Diario, El Nacional, El Universal, 2001…) y en revistas. Su último trabajo como periodista fue en el periódico Nueva Prensa, donde trabajó 22 años.

Sin embargo, aun mantiene contacto con sus colegas y está agradecido con el diario, puesto que le ayudó sobremanera a seguir con su pasión y a vivir de ello; además, le permitió acceder a lugares y eventos en los que, sin el permiso que daba el carnet de periodista, no podría haber podido entrar.

Asumía cada trabajo que se le presentaba como una responsabilidad, y con honradez, humildad y espíritu de trabajo; gracias a ello no tuvo problema alguno con las fotografías que quería llevar a cabo.

 

Exposiciones

Su primera exposición la llevó a cabo con los trabajos que había recolectado a lo largo de su trayectoria como fotógrafo, y se dio el 27 de junio de 1968. Mora formó parte de la Asociación Venezolana de Periodistas (actual Colegio Nacional de Periodistas) y de los Círculos de Periodistas, Reporteros Gráficos y Periodistas Deportivos. Con la ayuda de todos sus colegas dio forma a la exposición.

Tomaron tablas de cartones 10×8, los pintaron de negro y ahí pegaron las fotografías.

Luego, en exposiciones venideras, fueron recolectando tablas redondas de las bobinas donde venía el papel de periódico a las imprentas; estas son las que se mantienen hasta ahora, y a medida que va tomando nuevas fotografías, las va anexando a su colección.

Actualmente tiene más de tres mil fotos que cuentan la historia del crecimiento de Ciudad Guayana.

En el 2016, se vio en la necesidad de vender algunos de sus trabajos que formaban parte de su tesoro en una exposición que se llevó a cabo en las instalaciones de Nueva Prensa de Guayana.

Guillermo expresó que “la situación del país me lleva a vender las fotografías y si existe la oportunidad de venderlas todas para poder cubrir mis necesidades de medicina y comida, lo haré, porque no tengo ni para comer”.

Morita, con el pasar de los años, ha creado una historia gráfica de lo que fue Guayana.

Es creyente de que lo importante para un país, para una ciudad, es su historia, su pasado.

Eso es lo que le ha motivado a tomar fotografías de la ciudad.

Una de sus ex compañeras de trabajo, María Hernández, expresó en el reportaje del Correo del Orinoco que “… este señor es una de las reliquias de la fotografía en el estado Bolívar”.

Como Patrimonio Cultural Viviente su trabajo debe ser reconocido y protegido.

 

Una reflexión

Para él la importancia de sus fotografías es el poder dejar algo a la sociedad, al país, a los guayaneses. Atribuye la decadencia en la sociedad a la falta de cultura, al decaimiento de los valores; las personas se interesan más por lo político, y dejan de lado la cultura, la educación.

 

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