Beéle y Ozuna lanzan su nuevo álbum “Stendhal”
El “rey” del afrobeat colombiano y uno de los pesos pesados del reguetón puertorriqueño se juntan en un mismo proyecto: Stendhal. Este es el álbum colaborativo de Beéle y Ozuna, que es una apuesta de “sonidos frescos y playeros”.
Además, es un trabajo pensado para el ambiente de playa, pero con vocación global: urbano, caribeño y bailable, sin perder el foco melódico que caracteriza a ambos artistas.
El disco vio la luz en la madrugada del 5 de diciembre de 2025 y reúne 14 canciones que mezclan afrobeat, reguetón, pop y ritmos tropicales. La idea no es solo sumar estilos, sino construir un viaje sonoro continuo, desde la primera hasta la última pista, en el que la textura playera se combina con momentos más íntimos y otros claramente diseñados para el perreo de festival.
Lista de canciones
El tracklist confirma esa intención de diversidad. Temas como “Ale”, “Pikito”, “El Volcán”, “Enemigos”, “One and Only”, “Templo”, “Liberal”, “Playa Marina”, “Innombrable”, “Se Ve”, “Te Culié”, “Cookie”, “Explícito” y “Antes de Irme” construyen un repertorio que va del afrobeat melódico al reguetón clásico, con guiños al pop urbano y al dancehall. Cada canción funciona por sí sola, pero está pensada como parte de un universo común.
En el concepto de Stendhal hay una apuesta clara: unificar generaciones dentro del género urbano. El álbum se presenta como una alianza entre la frescura joven de Beéle y la trayectoria global de Ozuna, con el objetivo de priorizar la experimentación emocional y la evolución musical por encima de la fórmula fácil del hit aislado. Es una lectura del urbano latino que quiere ser más álbum que playlist.
Para lograr ese sonido, se rodearon de un equipo de productores de peso en la escena: Flambo, Ovy on the Drums, Daramola, Hake, Legazzy, Yazid, Dynell, Golden y Ríos, entre otros. Cada uno aporta su sello, lo que se traduce en capas rítmicas distintas, atmósferas más trabajadas y una paleta de timbres que se mueve entre lo caribeño tradicional y lo digital contemporáneo.
Adelantos estratégicos
El lanzamiento del álbum llega tras varios adelantos estratégicos. “Enemigos”, junto a Ovy on the Drums, fue uno de los primeros avisos del proyecto y ya dejaba ver esa fusión de urbano con influencias afrocaribeñas. Luego llegaron cortes como “Ale” y “Pikito”, que reforzaron la idea de un disco pensado para pista pero con narrativa propia. Estas canciones sirvieron para calentar plataformas y redes antes del estreno completo.
En el caso de Beéle, Stendhal se monta sobre un año especialmente exitoso: en 2025 se consolidó como el tercer artista colombiano más escuchado en Spotify y llenó siete veces el Movistar Arena de Bogotá (con octava fecha actualmente en venta). Este álbum, por tanto, no es solo una colaboración más, sino la cristalización de un momento de pico en su carrera, ahora amplificado por la plataforma internacional de Ozuna.
Raíces de reguetón y afrobeat latino
El propio discurso del proyecto insiste en la dimensión emocional: los artistas han explicado que buscaban contar una historia que llegue al corazón y que la química en estudio hizo que todo “fluyera de manera natural”, algo fresco, pero con raíces claras en lo que ha hecho grande al reguetón y al afrobeat latino. La idea es que el oyente pueda saltar del mood playero al romanticismo intenso sin sentir cortes bruscos.
Stendhal se posiciona como un álbum colaborativo pensado para dominar tanto las playlists de verano como las tarimas en vivo: 14 temas, ritmos playeros, producción de primera línea y una dupla que mezcla experiencia global y proyección futura. Un paso lógico en la tendencia de grandes proyectos conjuntos dentro del urbano latino, pero con una identidad suficientemente marcada como para competir por su propio espacio en el panorama.
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