Si matan a Juan Guaidó: ¿Qué pasa?

El poder político es la ventaja suprema del ser humano, no existe nada equivalente. Es imprescindible que alguien gobierne, de otra manera no puede funcionar la sociedad. Todo quien logra asumir el poder deseara conservarlo para siempre y quienes, dentro de ciertos derechos, tienen posibilidades de sustituirlos, tratarán de hacerlo.
Ejercer el poder requiere de muchos requisitos legales, de otra manera se hace imprescindible utilizar recursos que van más allá del respeto al ser humano. Matar, encarcelar, expatriar, expropiar bienes, torturar y utilizar las fuerzas institucionales del Estado para demoler y destruir al considerado enemigo, ya no adversario, son recursos empleados por quienes se enceguecen por mantener el poder.

La sociedad ha evolucionado y ha creado instrumentos y estructuras legales, para impedir que el poder se asuma para siempre, pero no ha sido fácil, ni lo será jamás. La DEMOCRACIA, es la última etapa de esta evolución, pero todavía no ha podido consolidarse y siempre se estructuran mecanismos para tratar de conservarse en la cúspide del nivel de decisiones de un Estado como tal. Ilusionar y engañar a la población no es nada que se logre sin grandes esfuerzos, pero instrumentando conexiones con el uso de los recursos del Estado, que son los de la población que los aporta, se puede dominar al enemigo, incluso dividiéndolo y Venezuela es un ejemplo palpable de esta aberración.
Venezuela venía evolucionando de una manera normal dentro de las limitaciones de recursos, conocimientos y propósitos de quienes gobernaran. El populismo, una epidemia generada por el virus del dinero que generaban los yacimientos petroleros, fue escalando a nivel cada vez más alto y todo esperábamos tenerlo bienes con el menor esfuerzo posible y hasta sin ningún esfuerzo. Esto engendró la terrible tragedia donde nos encontramos en la actualidad.

Aquí, los grandes empresarios poseían un poder político inmenso, pero requerían intermediarios, jamás lograron apoderarse del poder directamente y esto generó descalificar al estamento político, que de alguna manera se había envenenado, pero no pervertido y lo destruyó. Ya toda la población sentía que requerían de un ser sobre natural, capaz de producir riquezas de la nada y repartirlas. Apareció Hugo Chávez y allí, en ese momento, quienes manejaban a los grandes medios de comunicación de masas, creyeron haber encontrado al líder de sus sueños, al que podían manejar con toda facilidad y serían ellos quienes gobernarían.

Deteriorada completamente la estructura política que tenía como base fundamental a Acción Democrática, COPEI y el MAS, se impuso fácilmente Hugo Chávez Frías y lo festejaron al máximo. Creyeron que se habían apoderado de Venezuela. No lo pueden negar, aunque engañen a la población más joven que no conoce la evolución del proceso y ahora aparecen como los grandes opositores al gobierno actual.

El populismo destruyó todo cuanto se había creado. Venezuela no es ni la sombra de lo que fue y requiere reconstruirse y no existe ninguna otra forma de hacerlo que cambiando de gobernantes, pero quienes se encuentran al frente del poder no les importa otra cosa que mantenerse gobernado y lo dicen abiertamente. Esa es su única finalidad, no existe nada más. Es algo increíble, pero es la realidad en donde nos encontramos sumergidos.

El sector opositor, a pesar de todos los errores, producto de las ambiciones personales y grupales, de alguna manera se ha cohesionado alrededor de un joven ingeniero venezolano, hasta hace muy poco tiempo desconocido. Se llama JUAN GUAIDÓ. No todos lo quieren pero la alternativa no existe, es el único que representa a la mayoría opositora. Quienes gobiernan están conscientes de esta realidad y tratan de demolerlo de cualquier manera, incluso encarcelando a quienes se encuentran en su entorno cercano y de manera realmente perversa, a un tío materno que lo acompañaba en el viaje de regreso a Venezuela. No obstante Juan Guaidó se mantiene en la lucha de una manera asombrosa, arriesgando su vida.

En la víspera de viajar al exterior, el vehículo donde normalmente viajaba Juan Guaidó, fue brutalmente atacado por partidarios del gobierno, en presencia de las fuerzas de seguridad del Estado y nadie intervino. Hace pocos días, en Barquisimeto, su vehículo fue tiroteado y si continúan por este camino, lo pueden matar y en ese momento todo sucumbirá y no existirá fuerza capaz de contener la destrucción de gran parte de Venezuela. Señores del gobierno, asuman la responsabilidad que les corresponda.
Protejan a Juan Guaidó y eso incluye a todos. ¡Buena suerte!
@dabega26

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