Opinión

Semana en domingo

Se van a cumplir tres años de las fanfarrias con las que se anunció el proyecto Arco Minero.
domingo, 24 noviembre 2019

El oro y el Arco Minero
En países como el nuestro, la única vía para alcanzar el desarrollo de otras naciones es explotar los recursos naturales para con ello financiar avances en la industria, tecnología, educación, salud y en general todo lo que tienen los países con economías avanzadas. El Arco Minero es criticado por los ecologistas, argumentando que es un atentado contra el medio ambiente, pero hay cómo explotar los yacimientos minerales respetando las normas ambientales.

Sin embargo, se van a cumplir tres años de las fanfarrias con las que se anunció el proyecto Arco Minero, que el gobierno aseguró le proporcionaría al país recursos más que suficientes para, junto a lo que generaría el petróleo, financiar el rescate pleno de la economía del país. Pero de aquellos grandes anuncios, lo único real y concreto es el oro que rasguñan los mineros artesanales, los mismos que en otras zonas amontonan diariamente unos cientos de kilos de mineral con coltán. En los yacimientos de oro conocidos, el gobierno asegura que hay por lo menos 6.000 toneladas de oro, que son más de 180 millones de onzas. Según un organismo denominado “Oficina Estratégica de Seguimiento y Evaluación de Políticas Públicas del Despacho del Viceministerio de Exploración e Inversión Ecominera”, durante 2018 el proyecto Arco Minero entregó al Banco Central 10,5 toneladas de oro extraídos en los yacimientos de Guayana por los mineros artesanales “asociados con el Estado”. Esas 10,5 toneladas, equivalentes a 315.000 onzas, son una pizca de lo que hay en subsuelo y que el Arco Minero supuestamente iba a extraer masivamente. Solo por citar un yacimiento, en Brisas del Cuyuní, al lado de Las Cristinas, están certificadas por lo menos 11 millones de onzas de oro, que al precio actual serían 13.200 millones de dólares. Con 10,5 toneladas el ingreso para las arcas nacionales sería de poco más de 300 millones de dólares anuales, a lo que hay que restar lo que el gobierno paga a los mineros por ese oro.

Y a esa velocidad de extracción serían necesarios seis siglos para extraer solo las reservas estimadas en la actualidad. Respecto al coltán siempre he sostenido que se trata de un proyecto marginal frente a las posibilidades del oro, porque su consumo mundial no pasa de mil toneladas de metal puro anual y su precio tampoco es que sea como para resolvernos la situación financiera. Me gustaría saber cuánto está recibiendo la planta de Ciudad Piar, que según el gobierno tiene capacidad para procesar 167 toneladas diarias de coltán y generar 7,5 millones de euros diarios, según lo que anunció en aquella oportunidad esa misma oficina del viceministerio de minería. El retroceso de la producción petrolera tenía que haber potenciado al máximo los esfuerzos por aumentar la explotación de otros minerales, que afortunadamente abundan en el subsuelo de nuestro país. Riqueza abajo y miseria arriba. ¿Quién puede entender esto?

Paso a paso

Con los sucesos de Colombia, no queda duda alguna que se trata de un plan continental para socavarle las bases a los estados democráticos e intentar establecer en otros países gobiernos similares al de Venezuela. Es el mismo guion de la Cuba castrista de los años 60-70, que no cuajó porque les faltaba tener un pie en Suramérica, el mismo que ahora tienen en nuestro país. Si Fidel viviera, estaría feliz viendo por televisión los terribles desmanes de las turbas, alentadas por su izquierdismo trasnochado y ya fuera de foco. Lo peor es que este lumpen sirve de carne de cañón, de herramienta, para establecer regímenes que luego pone a sufrir a los pueblos y sin embargo les dicen que deben soportarlo todo en nombre de una revolución que no les resuelve nada.

Como dijo una vez ese gran venezolano que fue Arístides Calvani: Hay pueblos que tienen un collar de bolas criollas en el cuello, y el gobierno les quiere hacer creer que es un ramillete de rosas. La idea de este plan terrorista continental no puede ser otra que provocar acciones de represión, o el establecimiento de gobiernos miliares, para tener terreno propicio en el que intentar sembrar la semilla de su ideología de izquierda. En el exterior hay quienes están seguros que el plan es tener un nuevo elemento de negociación: Tú me quitas la presión internacional, y yo a cambio detengo los desmanes en esas ciudades del exterior. Pero lo que puede ocurrir es el establecimiento de una serie de gobiernos militares, que detengan esta escalada aparentemente popular, usando la fuerza sin límite, y que barrerían de un plumazo cualquier rezago de izquierda en el continente, por lo menos durante algunas décadas.

En tierras lejanas

Muchos de los venezolanos que se han ido logran rehacer su vida en otros países en mejores condiciones que las que tenían aquí, pero una gran mayoría se va es a pasar trabajo y a sufrir por la actitud que muchos pueblos muestran hacia los extranjeros. Esa actitud de pueblos del exterior contrasta con la buena voluntad que los venezolanos siempre hemos tenido frente a quienes vienen de otras naciones, por la razón que sea. Muchos amigos que se fueron me escriben contándome las dificultades que encuentran para recuperar en el exterior el nivel de vida que tenían aquí. Les pongo un ejemplo: un gran amigo, ingeniero electricista tenía aquí una empresa de proyectos eléctricos, su casa propia, dos carros, buen colegio privado para sus hijos, seguro de salud con cobertura extra en dólares, una acción en el Italo con una lancha, y un pequeño apartamento en Margarita. Hace tres años cerró su empresa, remató lo que pudo y se fue con su mujer y sus tres muchachos a Chile y desde allá me cuenta que le ha sido complicado completar los requisitos y tener suficiente capital para constituir una empresa como la que tenía aquí.

Logró conseguir un empleo, pero lo que gana no le alcanza ni remotamente para pagarse el nivel de vida que tenía aquí, los colegios privados de buen nivel son carísimos, ni que pensar en una acción de un club como el Italo, y mucho menos apartamento vacacional en Valparaíso o Viña del Mar. Gana 1.800 dólares, pero para cubrir los gastos poco a poco ha ido usando el dinero que logró llevarse y ahora, si decidiera regresar, no tendría cómo comprar lo que vendió. Me tiene afecto y me dice que lo piense bien antes de decidir irme con mi familia a otro país. “Aguanta todo lo que puedas, porque la vaina afuera no es fácil, sobre todo para los muchachos”.

Cuatro

Uno
La carne estaba saliendo esta semana del matadero de Barinas a más o menos 40.000 bolívares el kilo, en canal. Cierto que ese canal tiene hueso y cebo, pero la carne más barata está por encima de esos 40.000 bolívares. ¿Por qué entonces en muchas ciudades cobran 110.000 bolívares por un kilo de ganzo, pulpa, chocozuela, o punta trasera? Y ni hablar de solomo de cuerito a 125.000 y lomito sin limpiar a 150.000. Un simple kilo de hígado, que se considera víscera, en 70.000. No hay justificación alguna para que la carne esté en estos precios.

Dos

El gobierno prometió el pernil popular pero hasta ahora no se ha visto en ninguna parte, salvo que los estén vendiendo en la clandestinidad y solo a su gente. Lo que sí parece cierto es que la demanda bajó mucho, lo que pudiera provocar que quienes compraron grandes cantidades, ahora los tengan que rematar a precio de ganga. Congelarlos hasta el año que viene no es una buena opción porque generalmente bajan de precio al pasar las fiestas de fin de año.

Tres

Creo que nunca se habían hecho antes, pero ahora me dicen que están haciendo hallacas con carne molida, para ahorrar costos, y que tienen el mismo sabor que las que se hacen con carne magra. No las he probado, pero tengo la impresión de que no deben tener el mismo aspecto ni la misma textura. De repente me animo a hacer algunas para ver cómo quedan y luego les cuento. Entiendo que la gente inventa por la crisis que vivimos. Se trata de buscar alternativas y eso es bueno.

Cuatro

El alto precio de los pasajes aéreos o por tierra, hace difícil que la gente que no tiene carro propio pueda viajar a otra ciudad para la tradicional fiesta familiar de navidad o año nuevo. Y ahora, incluso si tiene carro, en algunas regiones hay problemas con la gasolina, como en Guayana, los Andes o el Zulia. Sin carro, cualquier familia de 4 personas necesita varios millones de bolívares para viajar a otra ciudad medianamente lejana, sin incluir los gastos propios de las fiestas navideñas. Para muchas familias, el saludo navideño tendrá que ser en videos a través de las redes sociales, que de alguna manera resuelven, aunque no hay como un buen abrazo en persona. Es una lástima, porque una de las cosas más gratas es la fiesta navideña o de año nuevo, con todos los familiares que vienen de otras ciudades o países para estar juntos por lo menos una vez al año.

 

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