Psoriasis: más allá de la piel
La psoriasis es una enfermedad crónica, no contagiosa e inflamatoria que compromete al sistema inmunológico, por lo que impacta en múltiples áreas del organismo. Se manifiesta fundamentalmente en la piel, frecuentemente en las zonas de codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen, piernas, espalda y uñas; donde se evidencia presencia de lesiones papuloescamosas blancas y rojas engrosadas, con placas descamativas delimitadas.
La prevalencia de la psoriasis es notoria; se estima que alrededor de un 3% de la población la padece. Puede aparecer a cualquier edad y debutar antes de los 20 años en un tercio de los pacientes. Afecta por igual a ambos sexos. Su etiología aún no es precisa, sin embargo la herencia, traumatismos, infecciones, alteraciones inmunológicas han sido involucradas. En cuanto a su patogenia, hay dos hechos básicos: la hiperplasia epidérmica por un aumento de la población germinativa, y el infiltrado inflamatorio de la dermis.
Existe una gran variedad de factores desencadenantes, tanto del episodio inicial como de empeoramientos o de reaparición: 1) Infecciones: Causadas por bacterias, hongos o virus. 2) Fármacos. 3) Dieta y consumo de alcohol. 4) Traumatismos. 5) Factores psicológicos. 6) Factores climáticos: Los climas fríos se asocian a empeoramientos de la enfermedad. 7) Factores endocrinos: No está clara la relación, aunque se evidencian picos de máxima incidencia en la pubertad y la menopausia, mejora con el embarazo y empeora tras el parto.
El diagnóstico es clínico y se confirma por la histología. La anamnesis sobre antecedentes familiares y el origen de la afección, tales como el signo de Koebner (aparición de lesiones similares ante traumatismos) y otros datos clínicos son importantes.
El tratamiento depende de la localización, extensión, edad del paciente, condiciones generales, como el embarazo, enfermedades sistémicas, tratamientos anteriores y su resultado. Generalmente se emplea champú a base de alquitrán, esteroides tópicos más ácido salicílico y en raras ocasiones infiltración de esteroides en lesiones hipertróficas y que no ceden con tratamientos locales; de igual forma derivados de la Vitamina D se emplean con buenos resultados.
La evolución es imprevisible, con periodos libres de enfermedad y agravamientos de aparición y duración muy variables, pero en general su curso es crónico. Ningún tratamiento para la psoriasis tiene respuesta inmediata, pero la mayoría de los casos pueden controlarse, por lo que es fundamental consultar con su médico de confianza y el especialista en dermatología. qcfanny@hotmail.com
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