Ni intervención de EEUU ni anarquía
Es extremadamente peligroso lo que pretenden ciertos sectores de la oposición venezolana de provocar una intervención militar, como grave es que el Estado, sus instituciones y el gobierno sigan despedazandose y dejen al azar su funcionamiento. Ambos caminos son la muerte de la patria.
Me angustia que en los centros de atención de Salud se roben los medicamentos y la atención sea pésima, pero a su vez que personas de la economía criminal las comercialicen en la calle a mayor precio, sin control. Eso es muy delicado pero es la realidad. Si el discurso y la prédica oposicionistas ha hecho daño, al punto que están hablando el señor Juan Guido, María Corina, Carlos Vecchio, Julio Borges, entre otros, de que la solución a nuestra crisis pasa por una Intervención militar gringa y la destrucción y muerte, es igual de inaceptable la anarquía, la desidia y la corrupción gubernamental.
Nadie frena la creciente corrupción policial, el abuso con que bandas criminales operan en organismos policiales porque la Fiscalía y policías parecen una misma cosa y parece que se perdió el fin del Estado, ya los derechos fundamentales pasan a ser una letra muerta. La fragilidad institucional es tal que reclamar o proponer otra conducta, te convierte en enemigo de la desidia y los corruptos. El sistema judicial es cada vez más lento, injusto y sobre todo castiga a los más pobres. La reinserción social y la edificación de un ser humano nuevo dejó de ser un objetivo en el sistema judicial.
Vamos en dirección contraria, los valores y la ética política están de vacaciones. Una oposición apátrida, divididos en sus sueños de volver al robo y saqueo del País, y algunos en puestos de dirección en el gobierno, remando hacía las aguas oscuras del desorden y la apatía. El país no aguanta más tanta insolencia junta, tanta desidia junta, tanta anarquía juntas.
Desde la guerra de la independencia en 1810, hasta los movimientos sociales de los 80 y 90 contra el pacto de Punto Fijo, no había sido tan urgente como ahora, que salvemos a la República. Necesitamos reconstruir el país, en sus bases fundamentales. La cultura del trabajo creativo, productivo, los valores de la justicia, la solidaridad y el respeto, deben ser nuestro norte. La perversión del dinero fácil y el consumismo nos causa un daño terrible. Nuestra clase media, comerciante y empresarial fue seducida por los antivalores del capitalismo y ahora son el principal enemigo de un nuevo enfoque que privilegie la igualdad y la humildad. Nuestra crisis no es sólo económica, nuestra crisis es esencialmente espiritual y moral.
Debemos transformar el estado burgués, elefantico, burocrático, parasitaria, en un estado fuerte, ordenado, de derecho y justicia. Este país y sobretodo nuestro pueblo campesino, obrero, los jóvenes y los que más sufren, los abuelos y los niños no merecen que destruyamos sus esperanzas y sus sueños.
Notas de cierre :
1. En el sector Minero del Callao, específicamente Nacupay, la semana pasada ingresaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones científicas Penales y Criminalistiscas,(CICPC) cometieron toda clases de abusos, allanamientos, detenciones ilegales,hasta extorsión a comercios y pequeños mineros. Eso generó una protesta masiva con el cierre de la Carretera Nacional la troncal 10, Nadie quiere en el alto Gobierno poner orden a estos abusos. Hasta cuando?
2. El dólar paralelo sigue siendo el arma de EEUU y la oposición para desestabilizar la economía. El gobierno está claro pero sus decisiones son absurdas. Ahora los bancos comprarán y venderán. Ya veremos.
3. Lorenzo Mendoza aumenta semanalmente el precio de los productos Polar. El hombre financia la guarimba política y también especula con los precios… Que dictadura esta tan mala Y nadie dice ni pío…¡¡¡
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