Opinión

Imprescindibles otras elecciones

"Este es un esquema absolutamente disfuncional y destructor de todo cuanto se haya desarrollado a través de la evolución normal de las sociedades humanas".
martes, 01 octubre 2019

El viaje a Rusia de Nicolás Maduro Moros, llevaba la intención de mostrar el apoyo político, de una de las más grandes potencias bélicas del mundo, a quienes ostentan el poder en Venezuela. Era la única finalidad, otra cosa carece de todo sentido práctico y racional.

El problema se presenta cuando Vladimir Putin, jefe supremo de Rusia, ordena, no aconseja, a Nicolás Maduro Moros, entrar en conversaciones serias con sus detractores. Esto no lo inventó nadie, se conoce por las noticias directas desde el Kremlin. En lo único que me permito asumir una opinión, es en lo referente a que ordenó negociar con los opositores, en lugar de sugerir hacerlo. Venezuela está sumergida en un torbellino político, económico y social de grandes dimensiones, imposible de amainar sin acuerdos profundos en el quehacer político. Se puede detentar el poder bajo estas condiciones propias de una inmensa catástrofe, pero es imposible gobernar. Se requiere, de inmediato, recuperar absolutamente todo cuanto sea necesario para restablecer la institucionalidad del país. Las estructuras sociales impiden funcionar bajo un sistema prácticamente anárquico, donde las voluntades individuales de los poderosos, a todos los niveles, imponen las reglas circunstanciales. Este es un esquema absolutamente disfuncional y destructor de todo cuanto se haya desarrollado a través de la evolución normal de las sociedades humanas.

Esta maravillosa patria, donde tuvimos el privilegio de nacer y residir, no es como otras naciones, nunca lo fue y en todo caso nos fuimos construyendo alrededor de ingresos que no eran producto de nuestro esfuerzo. Aquí no se gobierna con los ingresos que provienen de la población a través de los impuestos que cancelan los ciudadanos en todos los países del mundo, menos en estos territorios de inmensos yacimientos petroleros, donde simplemente se extraen del subsuelo los grandes volúmenes de productos energéticos y se comercializan, pero hemos llegado al extremo de ni siquiera tener capacidad de extraerlos, es algo realmente insólito y vergonzoso. No podemos negar que quienes ostentan el poder político disfrutan de todos los privilegios habidos y por haber, a pesar de que la gran masa social se encuentre atrapada en la desgracia total, por carecer de la posibilidad de alimentarse y recibir atención médica adecuada, sin contar con la infinidad de bienes y servicios propios de cualquier sociedad civilizada. Hasta hace muy pocos años éramos la envidia del mundo, donde todo se lograba con el menor esfuerzo posible y eso permitió que quienes comprendieron y aprovecharon las facilidades se hicieran ricos sin perjudicar a nadie, el área de la corrupción en la administración de los bienes del Estado es otra cosa, me refiero a personas con la intuición y la habilidad para acumular riquezas con su esfuerzo y talento. En estos momentos continúa el éxodo masivo de venezolanos hacia otros territorios donde les permitan obtener los ingresos necesarios para sobrevivir y de paso enviar algo a sus familiares que carecen de los recursos imprescindibles para alimentarse nada más y quienes detentan el poder no asumen que así no se debe manejar una nación, sino que más bien parecen alegrarse por la salida de quienes consideran, de una manera absurda, sus enemigos. No son sus enemigos, son sus compatriotas que requieren ser ayudados y protegidos por ellos. Hace poco tiempo se realizaron unas elecciones para elegir al nuevo presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Para cualquier persona medianamente inteligente, este proceso se realizó de una manera absolutamente anormal, donde las grandes fuerzas políticas y los líderes más populares, fueron impedidos de participar y además a varios meses de la época donde siempre se realizaban las elecciones, en función de conocer de la negativa de la mayoría a no participar.
Los resultados fueron tal cual ellos esperaban y ganaron fácilmente, pero creo que los han sorprendido las consecuencias y el desconocimiento de más de cincuenta países muy importantes del mundo y esto les impide hacer lo que pretendían realizar y Venezuela comienza a agonizar y no saben qué hacer a pesar de que no queda otra alternativa que realizar nuevas elecciones en condiciones normales, es la única salida, aunque pueden alargar el tiempo utilizando mecanismos de distracción, pero que a la larga no llevan a ninguna parte. Si tienen los 13 millones de votos, según las firmas llevadas a la ONU, van a barrer y se les reconocerá. ¡Buena suerte!
@dabega26

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