Opinión

Hablemos hoy de: La Jubilación

Esta sucede cuando el trabajador cumple con los requisitos establecidos en las normas, por la cantidad mínima estipulada en años de servicio, por incapacidad física o enfermedad.
martes, 02 febrero 2021

La jubilación es un logro extraordinario que alcanza una persona, al haber dedicado gran parte de su vida al campo laboral, bien sea en una o en varias empresas, instituciones u organismos.

Es una acción o un proceso administrativo por el cual un trabajador en condición de activo, ya sea por voluntad propia o por el cumplimiento de los requisitos exigidos por la ley, pasa al cese de sus actividades o funciones dentro del campo laboral.

Esto genera un cambio jurídico en su condición como trabajador, y deriva en la obtención de una compensación económica de por vida, la cual depende de los estatutos internos de cada empresa, o de las políticas del estado.

Esta sucede cuando el trabajador cumple con los requisitos establecidos en las normas, por la cantidad mínima estipulada en años de servicio, por incapacidad física o enfermedad.

Para un trabajador activo hablar de jubilación es generar un cierto grado de ansiedad. No es fácil pues esto produce un cambio en todos los aspectos de la vida del individuo que a su vez, genera cierta resistencia pues significa un giro total en su estatus.

Pero debemos ver la jubilación como la obtención de un logro, el alcanzar la meta, el cumplimiento de los objetivos deseados, un premio merecido, el reconocimiento al esfuerzo, un cambio positivo en la vida en el cual podemos hacer uso del cúmulo de experiencias obtenidas en el camino, y la oportunidad para contribuir con el desarrollo de la generación siguiente, compartiendo los conocimientos adquiridos.

Es una oportunidad que nos da la vida para seguir adelante y colocarnos al frente de las decisiones que nos dará la felicidad que nos permita seguir disfrutando de las mieles exquisitas del universo.

En este período podremos ver los resultados de las relaciones que construimos, la familia, la pareja, los hijos, los amigos, los compañeros de trabajo, y principalmente, con uno mismo.

Es una oportunidad para evaluar si la vida que queríamos es la que hemos desarrollado, además de ver si las necesidades y deseos han sido cubiertos de manera positiva y comprender la posición que hemos ocupado en el universo. Entenderemos si podemos estar satisfechos de lo que ha sido nuestra vida.

Además de todo esto, el orgullo que podemos sentir de haber formado parte de la generación que tuvo como norte la construcción de un país. A través de nuestro trabajo y compromiso, fuimos parte importante en el desarrollo de grandes proyectos que hoy en día representan el bienestar y la oportunidad de avanzar de una sociedad en evolución.

Por todo esto, podemos decir con orgullo que ser jubilado es pertenecer a un grupo selecto de personas que merecen respeto y admiración por su contribución, a través de su ética, compromiso, empuje, trabajo, decisión, visión, entrega y esfuerzo, en la construcción de una sociedad que cada día es más exigente y que reclama desarrollo.

Un jubilado puede decir con orgullo que tiene la experiencia necesaria para enseñar a la generación de relevo, que tiene el conocimiento para aportar junto a quienes desarrollan y manejan las nuevas tecnologías, y así, generar una combinación que seguro producirá mejores resultados en los procesos.

Es lamentable que haya personas que consideren que los jubilados representan una carga, y no ven en ellos la oportunidad de mejorar en todos los aspectos las actividades y procesos educativos que seguro contribuirán al desarrollo de una generación que sea más responsable y productiva.

Siempre he considerado que los jubilados al asociarse en grupos con el objeto de trabajar por el logro de sus derechos contemplados en las normas y leyes, deben hacerlo de manera objetiva y a través de su experiencia, seleccionar a las personas más idóneas y con niveles de compromiso comprobados para que sean quienes lideren estas organizaciones y puedan generar resultados que beneficien al colectivo de jubilados, y no a los intereses particulares de quienes se hacen llamar dirigentes.

Ser jubilado no significa que estamos viejos, que somos una carga para alguien, que fuimos desechados y que debemos pasar al anonimato, todo lo contrario, tenemos a nuestro favor un mundo de experiencia y conocimientos que nos dan una ventaja sobre los demás a la que debemos sacar el máximo provecho posible, para que nuestra vida siga teniendo significado, y cada día podamos agradecer a la vida la oportunidad de formar parte de este grupo tan importante de personas, que en su momento ocuparon cargos tan altos como el que ocupan en este momento, gerenciar su vida y el resto de tiempo que Dios nos regale para seguir adelante.

Demos gracias a Dios por haber alcanzado este título.

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