Hablemos hoy de: La gente de Guri
Tal como lo escribí en el artículo relacionado a Guri, una de las mayores fortalezas que se puede mencionar de este extraordinario proyecto fue la gran cantidad de personas profesionales, o no, pero cargados con una capacidad humana impresionante, inmensa, gigante como la magnitud del proyecto, que hicieron de él, una de las obras más grandes e importantes del mundo, y que en la actualidad aún lo sigue siendo.
Tanto es así que en el campamento las Babas trabajaba un señor Húngaro o Polaco de nombre Bela Murakozy quien pasaba revista al personal en la mañana y en la tarde con el sonido de una trompeta verificando que todos estuvieran presentes. Como era una época de muy escasos recursos, la empresa en oportunidades y para evitar problemas con el sindicato, pedía dinero prestado para poder pagar la nómina. Por esto y muchos otros elementos, fue que me permití llamarnos la gran familia universal de Guri a quienes dedico este escrito.
Como una hermosa mezcla para un pastel gigante, en el año 1982, coexistíamos 33 nacionalidades en el campamento Guri. Gente de 33 países aportando cada uno su receta particular para que el pastel quedara exquisito en su calidad, y sobre todo, alcanzara para todos. Fue así, como con el conocimiento y la tecnología que para la época existía en cada uno de los trabajadores, se fueron haciendo los aportes necesarios para que la obra avanzara en su ejecución con la calidad y responsabilidad exigida por la magnitud del proyecto.
Todos dedicados de manera armónica en el avance de las obras día y noche, con el fin de alcanzar las metas propuestas en el cronograma y así lograr los objetivos. La actitud de los trabajadores era de total entrega, dedicados a sus labores, pero sin descuidar a sus familias quienes con orgullo se ocupaban en los quehaceres que a cada quien le correspondía, pues para eso la empresa había dispuesto todo lo necesario para que todos se sintieran cómodos y cada quien atendiera sus necesidades.
Un campamento con centro educativo, hospital, clínica odontológica, iglesias, centro comercial, supermercado, hotel, piano bar, casa de huéspedes, bancos, cooperativa, tiendas, clubes, restaurantes, cine, bowling, entre otros, eran los espacios que permitían que todos estuviésemos como en la ciudad a pesar de las distancias.
Con ingenio y creatividad, las diferentes gerencias de la empresa se ocupaban de organizar distintas actividades que permitieran atender de manera efectiva las necesidades de recreación y esparcimiento de los trabajadores, sus familias y los integrantes de la comunidad, permitiendo de esta forma tener una calidad de vida bastante aceptable al conectar el trabajo con las actividades de tiempo libre.
En este sentido la comunidad participaba en la organización de múltiples actividades, es así como me permito citar algunas de ellas: las celebraciones del día del padre y día de la madre con actos culturales y deportivos, las ferias internacionales siendo una de las mejores donde se exhibían y se podían degustar los diferentes y exquisitos platos de la cocina de cada país participante, la noche de las Vegas en el club náutico noche de clase y elegancia, las fiestas en los clubes con las mejores orquestas, entre ellas Billos, Melódicos, Dimensión Latina, Oscar de León, los mejores humoristas, la celebración de la Feria de San Buenaventura con sus majestuosas corridas de toros, los desfiles de carnaval que llegaron a atraer visitantes de todo el estado, incluso de otras partes del país, las minitekas y los bingos de los jueves en los clubes, sus campeonatos deportivos entre ellos un Suramericano de Tenis en el que participaron destacados tenistas venezolanos y latinoamericanos, los campeonatos nacionales de pesca de pavón, y una de las fiestas más esperadas del año como lo era la fiesta de graduación de bachilleres, todo un evento. Todos eran grandes espectáculos que armonizaban el trabajo con el manejo del tiempo libre y permitían que la vida en el campamento fuera dinámica y divertida. Ah, pero también existían otras alternativas que hacían que los que allí vivíamos, nos gustara quedarnos en el campamento incluso en épocas como semana santa. Quién no recuerda la playita los Casados con sus rápidos?, o las cuevas por los caballos?, o los paseos en lancha y la pesca del pavón?, o quienes con un poco más de suerte lograban un paseo en la morrocoya?, Jajajaja, no puedo dejar por fuera la famosa laja de calle 7, donde más de uno tendrá una pequeña historia que contar. Ajá, tampoco podemos dejar de mencionar aquellos sitios mágicos en los que se conseguía a altas horas de la noche lo que hacía falta para seguir con la celebración en el momento jajajaja, seguro recuerdan algunos de ellos. Definitivamente son muchas las historias y anécdotas que mencionar, pero voy a dejar al recuerdo y la imaginación de ustedes las que no cito en el escrito.
Muy importante es mencionar, que en cada una de estas actividades había un gran equipo de personas que con su tiempo y dedicación lograban engranar las mejores celebraciones para el disfrute de todos quienes allí hacíamos vida y que hoy agradecemos por permitirnos formar parte de esta hermosa historia.
Algunas buenas anécdotas son por ejemplo que el Ruso Michel Caseno fue quien prácticamente introdujo el tenis en Guri, Omar Barreto y Martín Lubín crearon un periódico el cual ilustraban con caricaturas elaboradas por Lubín, y Mr. Jhonson quien era norteamericano, creo el club de natación Payaras de Nekuyma en el cual participaban la mayoría de los hijos de los trabajadores de la empresa. De igual forma, con admiración cito un grupo de personas que también aportaron al desarrollo de la comunidad y seguro los recordamos con estima y aprecio: Sara Mukherjee, Félix Borges, Antonio Perez Castro, Angel Velásquez (QEPD), Gerardo Chavarri, el Padre Salvador quien aún nos bendice, Luis Geraldino, Félix Aponte (QEPD), Mariela Salmerón, Manolo (QEPD), Luciano, Ivan Gil, el viejito Malavé (QEPD) eterno vigilante del club Guri, junto a Nicolás, Francisco, Aquiles y López, Rosa Barreto fiel diseñadora de los trajes más elegantes de las fiestas de Guri, el personal de Servicios Educacionales, artífices de grandes eventos culturales, deportivos y sociales entre ellos el famoso Festival de Canto y Poesía, de igual forma la Gerencia de Planta Guri apoyando todas las iniciativas, el grupo de Damas de Acción Voluntaria de Hospitales, asímismo, la gente de Recursos Humanos participando en todas las iniciativas de la comunidad, los trabajadores de Asuntos Públicos líderes en la organización de muchos eventos, la Gerencia de Campamento posteriormente Servicios Generales, arquitectos y constructores principales de todos los escenarios, carrozas y espectáculos, los representantes de las diferentes empresas contratistas siempre involucrados en las actividades, entre otros que en este momento se me escapan. Todos ellos fueron protagonistas de una historia que se escribió con alegría, entusiasmo, unidad, y hermandad, con el único objetivo de hacer que una hermosa comunidad llamada Guri, hoy la familia universal de Guri, tuviera un escape del trabajo y su calidad de vida fuera superior.
Hoy la familia universal conformada por gente buena, hermosa, solidaria, gentil, amigable, con sentido de humanidad y sobre todo, con gran apego a lo que significó Guri está regada por el mundo, algunos ocupando grandes cargos en empresas internacionales, otros disfrutando del éxito cosa que nos llena de orgullo, pero eso no es motivo para que hayan olvidado una de las mejores etapas de sus vidas, el paseo por el campamento donde los sueños de muchos se hicieron realidad y los de otros se alimentaron para desarrollarse posteriormente.
Desde el recuerdo bonito y con el mayor respeto, reciban todos mis amigos de mi gran familia universal de Guri un gran abrazo, y mi agradecimiento a Dios por formar parte de ustedes.
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