Hablemos hoy de: El Tiempo

El tiempo más allá de su sentido físico con el que se puede medir la duración o separación de eventos sujetos a cambios y que están relacionados con diversos elementos que influyen en esos posibles cambios, también tiene una gran importancia en la vida de los seres humanos, ya que influye de manera relevante en nuestros pensamientos, acciones y decisiones.

Este va más allá de nuestra evolución, y se relaciona directamente con las experiencias que acumulamos y que nos ayudan a definir gustos, lo que queremos, hacia donde vamos, lo que debemos rechazar, manejar nuestras relaciones en los diferentes contextos familiar, laboral, de amistad, sentimental, entre otros, todo esto le da un alto valor en nuestras vidas.

Cito una reflexión del filósofo Ricardo Yepes, quien dice que el hombre y la mujer son seres temporales y pueden trascender verdaderamente al tiempo. Lo temporal y lo intemporal conviven juntos en cada uno de nosotros. No se oponen sino que se complementan. Por eso, las actividades como amar, crear ciencia, arte, cultura, tienden a permanecer por encima del tiempo, y hacerse duraderas.

Como seres humanos tenemos una gran capacidad para manejar el tiempo y no permitir que este nos supere. Tenemos incluso la fortaleza de proponernos metas y tomar decisiones que nos permiten adelantarnos en el tiempo, en relación a las tareas y fines que nos proponemos. De esta forma nos podemos anticipar a algunos eventos en nuestra vida. El ser humano es un ser futurista, capaz de vivir su propia vida, con proyectos propios que lo conduzcan al camino de la felicidad.
La palabra tiempo se puede interpretar de diferentes maneras, el tiempo cosmológico, como magnitud física y el que miden los relojes; y es nada más que la simple y regular fluencia de instantes sucesivos.

El ser humano tiene una forma muy particular de vivir el tiempo, y esta lo diferencia totalmente del resto de los seres vivos. Lo que si es cierto es que el tiempo puede afectar profundamente la vida del hombre cuando este no le da el valor real al sentido de la vida. Filosóficamente se considera que el hombre se ha perdido un tanto en el racionalismo, así como en el idealismo. Esto nos debe hacer reflexionar y buscar los métodos que nos lleven a darle el valor real al tiempo, buscando el equilibrio entre ambos.

El hombre es el único que vive el tiempo en toda su expresión. Por esto se dice que es el único animal finito, porque es el único que lo sabe. El resto de los seres vivos viven completamente ajenos al tiempo.

El tiempo es determinante para que el hombre pueda organizar su vida, entendiendo el hecho de que la misma está medida en el tiempo. Es por esto que el hombre puede hacer una aproximación al tiempo de su permanencia en este plano, y así hacer una proyección de su vida en la cual debe tomar en cuenta el pasado, el futuro y el presente.

Ahora bien, es cierto que de alguna forma el hombre juega de manera desordenada con el tiempo y en algunas oportunidades llega a desestimarlo. Esto es un juego muy peligroso, ya que el tiempo es un elemento que no depende de nada para seguir su rumbo y en su transitar puede dejar atrás todo lo que consiga a su paso. Su mejor arma es que no se puede recuperar de ninguna manera, por lo que suele ser implacable en su accionar. Siendo sincero, el tiempo merece el respeto y la consideración necesarios para que las cosas que con verdadera conciencia el hombre emprenda, puedan ser llevadas a cabo de la mejor forma y que las metas que se tracen sean logradas en su máxima expresión.

El tiempo puede ser un elemento que nos da y nos quita, solo debemos tener una relación de equilibrio en el que ambas partes podamos cumplir sin vernos afectados en lo absoluto.
Muchas veces no vemos la influencia que el tiempo tiene con nuestra personalidad, ya que no le damos la importancia a los compromisos que adquirimos enmarcados en el establecimiento de tiempos para su cumplimiento. Esto dice mucho de nuestro sentido de responsabilidad y de quienes somos como personas serias y responsables. Por todo esto, es de nuestra responsabilidad, valorar el tiempo de todos ya que no solo el nuestro es importante. Así estaremos dando valor y respeto tanto al factor tiempo como a los involucrados en los compromisos que se adquieren y en donde el tiempo es uno de los elementos relevantes.

El no pide permiso, no habla con palabras pero cuando pasa, deja una huella que en oportunidades suele ser no muy agradable para quienes no le dan el valor que se merece.

Es cuestión de valores, por lo tanto vamos a darle el sentido correcto a todo lo que tiene que ver con el tiempo y veremos que la huella que este dejará en nosotros será la mejor, y siempre recordaremos de manera grata, todo lo que en la vida hayamos hecho.

El tiempo es tan hermoso que en nuestros rostros se dibuja la forma como hemos hecho nuestro recorrido a través de él. Por lo tanto, recorramos nuestro camino por el buen sendero en el cual nuestro pasar, sea el más humano, justo y correcto posible.

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