Hablemos hoy de: El Engaño
El Engaño es un acto, conjunto de palabras, declaración o acción que tiende a confundir, ocultar la verdad, hacer creer algo que no es cierto o promover una creencia, entre otras, con el objeto de ganar tiempo, obtener un beneficio o tomar ventaja sobre una situación o, sobre una persona.
Podemos decir también que es un acto de maldad e irresponsabilidad, ya que con esta acción se puede causar daño a alguien al afirmar una falsedad con un propósito deliberado. El engaño se puede relacionar con la mentira, trampa, artimañas, decepción, traición, manipulación. Es quebrantar la verdad cometiendo falta en lo que cree, dice, piensa o hace, creando expectativas, esperanzas, espejismos en otras personas. Su ejecución continua puede incluso afectar a quien lo practica, conduciéndolo al autoengaño, al preferir cerrar los ojos ante la realidad y aceptar la mentira como su verdad.
Muchas personas consideran que mentir y engañar es lo mismo, sin embargo, existen diferencias entre estos conceptos: Mentir es decir lo contrario de la realidad y se refiere a un mensaje en el cual se refleja adecuadamente o no, una verdad. Engañar es dar a la mentira la apariencia de verdad, es inducir a alguien a creer lo que no es real a través de palabras o acciones fingidas. Es totalmente intencional y voluntario. En cambio la mentira puede ser no intencionada.
El engaño puede ser por vicios, dinero, placer, juego, burla, manipulación, crear falsas ilusiones y expectativas, entre otras cosas. A pesar que en muchas ocasiones las personas no se dan cuenta y estas situaciones pasan como normales, pueden llegar a vivir de las ilusiones hasta el punto de convertirse en una necesidad. Estas ilusiones pueden segar la comprensión a pesar que la razón diga lo contrario. Pero hay engaños que se hacen por motivos nobles, para evitar un dolor o tristeza más fuerte y buscan proteger al engañado evitando que tenga contacto con una realidad dolorosa, por ejemplo, la noticia de la muerte de alguien muy cercano. También el engaño se puede convertir en un delito, ejemplo, cuando se comete una estafa, esto está penado por las leyes. Lo que es completamente real, es que el engaño genera situaciones complejas para las personas, incluso pueden llegar a producir reacciones violentas y situaciones críticas entre los involucrados.
No obstante, el ser humano sabe que existe el engaño y lamentablemente sucumbe ante las artimañas o la astucia de otros. Esto demuestra que no siempre estamos preparados para no caer en la trampa.
Qué debemos hacer ante un inminente aumento de situaciones en las que buscan hacernos caer en un engaño? Primero y muy importante es buscar la mayor información posible sobre la comunicación que estamos recibiendo, utilizar la razón por delante de todo, poner en encendido la lógica, ser intuitivo, observar muy bien a la, o las personas que generan la información, si se está comprando algo revisar detalladamente el producto, preferiblemente estar acompañado y muy pero muy importante, manejar las emociones. Todo esto está directamente relacionado con nuestra personalidad. No dejarnos engañar en muchas oportunidades depende de nuestra actitud y del nivel de autoestima que tengamos.
Abrahan Lincoln decía, “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”
En la actualidad tristemente debemos estar muy bien preparados para no caer en situaciones en las cuales podamos ser objetos de engaño. Día a día las personas demuestran la pérdida de valores, y la sociedad se ve envuelta en una dinámica en la que pareciera que lo que existe es una lucha por la subsistencia sin importar que la acción que se está ejecutando pueda afectar a otras personas. Lo más triste de todo es que en la gran mayoría de los casos de engaño, el móvil es el dinero. No importa que la víctima sea una persona de muy escasos recursos y el dinero que tenga sea lo único que posea en ese momento y que además le costó mucho poder obtenerlo de manera decente. Lo importante es quitárselo. En oportunidades incluso quienes cometen estos actos inhumanos desde todo punto de vista muestran hasta placer por la acción cometida, sin la más mínima señal de pena o vergüenza.
Estas conductas son producto de un problema social en el que la solución pasa por el establecimiento de políticas educativas que fomenten los principios y valores desde el hogar, fuente principal de formación que aunado a los esfuerzos que deben ser llevados a cabo por un sistema educativo eficaz y eficiente, concreten el establecimiento de una sociedad rica culturalmente y con un amplio sentido de lo que es ser, un ser humano en su más amplia concepción.
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