Hablemos hoy de: Decisiones
En el camino de nuestras vidas casi siempre la felicidad, lo que queremos, nuestra evolución y la de nuestro entorno, dependerá de las decisiones que tomemos. Es por esto que estas decisiones deben ser las más importantes, justas, correctas y deben ser tomadas en el momento preciso. La falta de decisión solo nos lleva al fracaso y la decepción, pues la peor decisión es la que no tomamos.
Definir lo que es decisión es un poco complejo ya que dependiendo del contexto en que se tome, tendrá un significado distinto.
A nivel general podemos decir que una decisión es un proceso relacionado con la mente y el conocimiento del ser humano y está vinculada con el sentido de libertad del individuo, pues este le permite ser autónomo al tomar ante diferentes alternativas la elección que considere más correcta, siempre y cuando utilice su razonamiento. La capacidad para tomar decisiones es propia de un individuo dotado con inteligencia, lo que quiere decir que todos estamos en la capacidad de hacerlo.
Cuando tomamos una decisión, damos inicio o ponemos fin a determinada situación. Esto genera un cambio de estado.
En todos los aspectos de la vida y en diferentes momentos, el ser humano se ve obligado a tomar decisiones. Desde que se levanta y hasta que se acuesta debe pasar por un sin número de momentos en los cuales debe tomar diferentes decisiones: ejm, qué desayunar, cómo llegar al trabajo, de qué manera abordar los compromisos en la oficina, qué llevar a la casa para comer, entre otras, son muchas las veces en las que el individuo debe decidir en el día. Claro está, algunas son más trascendentes que otras, pero todas serán importantes pues marcarán el desarrollo de su vida.
En términos generales, en toda decisión es importante conocer y comprender el problema para luego de procesar la información, poder llegar a una solución efectiva de la situación.
En el desarrollo de nuestra vida y desde edad muy temprana, el hombre debe tomar distintas decisiones que marcadas por las circunstancias culturales, sociales, económicas, entre otras, unas serán más importantes que otras. Lo que sí es cierto es que todas incidirán en el crecimiento o descenso de la vida de un individuo y, marcarán su evolución y felicidad.
La autoestima de una persona es muy importante a la hora de asumir su libertad y autonomía en el momento de tomar decisiones. Aspectos como la esperanza, las ilusiones, las metas, las frustraciones, las dudas, los problemas, pueden marcar diferencias a la hora de tomar estas decisiones que tal vez sean cruciales para el resto de nuestras vidas.
Las decisiones que tomamos en gran medida hablan de lo que realmente somos y lo que queremos llegar a ser. Nos hace constructores de nuestra historia y permite que estemos claros, que mientras tengamos el suficiente conocimiento de lo que queremos, nuestras decisiones siempre serán las mejores y más justas, y nos conducirán por el camino correcto de la vida.
En la actualidad nos vemos obligados a tomar decisiones a diario sobre aspectos que aunque nos parezcan insólitos, son totalmente reales. Estos nos llevan a situaciones tan complejas que en oportunidades pensamos que no podemos resolverlas y debemos buscar ayuda para llegar a soluciones aceptables. Sin embrago, el hombre tiene la capacidad para saber cuál es el límite de su tolerancia y hasta dónde puede llegar su capacidad para diluir los aspectos que complican su existencia, y a partir de este límite, tomar las decisiones que considere más justas y aplicadas a derecho para actuar en consecuencia y así seleccionar de manera correcta las que generen bienestar para él y para su entorno.
Yo tomé la mejor decisión, vivir mi propia vida respetando la de los demás.
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