El trabajo y la propiedad privada

El trabajo responsable, honesto y productivo, fundamentalmente, es quien puede propiciar la pertenencia, uso y disfrute de la propiedad privada como tal. De allí que nuestra Carta Magna, la Constitución Bolivariana de Venezuela, ratifica el trabajo como “un deber”, no por azar sino por convicción plena. Además, quien no produzca de manera bien habida no tendrá derecho a aspirar a ningún beneficio constitucional ni de otra índole y menos ser propietario. De lo contrario estaríamos “arando en el mar”.

Para que el progreso y el bienestar nos incluya a todos, es decir, sea colectivo, sea nuestro, sólo el trabajo honesto e idóneo constituye la herramienta necesaria para lograrlo. No debe haber otra vía.

En este orden de ideas, se infiere, entonces, que la propiedad privada requiere, previamente, adquirir los recursos mediante un trabajo digno, sano y normal de quien la pretenda adquirir…así de simple. Y es que no puede ser de otra manera si aspiramos construir una nueva sociedad venezolana cada día más libre, justa, de iguales, solidaria, laboriosa, en convivencia plena, sin enconos ni egoísmos, donde nadie sea más que nadie, sin privilegios irritantes y un imperecedero respeto mutuo, donde el nefasto y malsano individualismo lo sepulte un criterio colectivo de las cosas y a todos nos anime el excelso pensamiento rotariano, según el cual hay que “dar de sí antes de pensar en sí”.

Es ese el norte hacia donde nos orienta este proceso bolivariano de transformaciones y cambios positivos con la finalidad inequívoca de repotenciar nuestra democracia participativa y protagónica, dándole la “mayor suma” de poder a los Consejos Comunales, vale decir al pueblo todo, al Poder Popular. Es por ello, que nuestro socialismo bolivariano, solo nuestro, tiene que ir de revolución en revolución política, social, económica, moral, cultural, etc., cabalgando y construyendo con ellas lo que se necesite, para hacer vitalicio el vivir bien o que nadie viva mal, (ojo, “en la demora está el peligro”, lo recordaba siempre Chávez).

En este orden, la sensatez se inclina en el sentido de que la propiedad privada “jamás debe impedir el trabajo de los demás y con la pública deben estar predispuestas para garantizar una economía al servicio del hombre, bajo el principio humanístico de poner en práctica el destino universal de los bienes”.

Todos juntos somos más fuertes.

Vainitas en el postre:
** El cinismo golpista criminal de Trump – OEA contra Evo Morales no tiene parangón por lo infame y descarado. Un golpe pre-decidido.Tan es así, que el dúo macabro ordena desatar la violencia sin piedad contra las familias y residencias una vez que “el mejor presidente boliviano” acepta dialogar y repetir las elecciones que los mismos golpistas habían solicitado. Mayor descaro y cinismo, imposible. Fascismo puro…La “Jauría herida” deambula enloquecida por Latinoamérica”…
** GG-4 = Cuatro Gatos Guarimberos.
** Hay que inventar un sistema que impida los sobreprecios…
** La unión de pueblos es la fuerza de la victoria…
Otro Sí: “Los cambios se producen en el interior de cada ser humano” : El ministro Aristóbulo Istúriz en sus magistrales reflexiones sobre nuestro proceso de Educación hacia el socialismo, en el acto de Postgrados Docentes el pasado miércoles.
(*) Ing. Civil/maguzgo77@gmail.com

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