El poder no es eterno

El caso de Cuba, es algo muy difícil de repetir en esta etapa de desarrollo de la humanidad. Allí se dio un fenómeno poco visto en el mundo, donde un líder político muy talentoso y astuto logró desplazar a un grupo de gobernantes irresponsables que solo se dedicaban a disfrutar del poder sin preocuparse por su pueblo.

En Cuba, Fidel Castro logró vencer en una guerra militar a los detentores del poder y se apoderó de la isla, se apropió de todos los bienes creados con mucho esfuerzo por sus propietarios y fusiló, expulsó y apresó a todos aquellos considerados enemigos de la Revolución. Era una persona que sobresalía abiertamente y buena parte de los cubanos lo adoraban. Toda la producción interna fue desapareciendo y la población comenzó a sentir el rigor de la escasez, no obstante de la ayuda de la URSS, de muchos miles de millones de dólares. A pesar de ello miles y miles de cubanos trataban de salir y refugiarse en cualquier parte del mundo y sobre todo en EEUU.

Venezuela no es Cuba y se hace imprescindible realizar procesos electorales dentro de las reglas extremas establecidas para ello. Hugo Chávez logró, con los inmensos recursos petroleros, cautivar a una gran parte de la población. Ganaba cualquier confrontación electoral porque tenía todas las ventajas y nadie lo controlaba.

Cuando se fueron agotando los recursos por el exceso de gastos, internos y externos, sin ninguna actividad productiva propia, que no fuese el petróleo, la oposición fue tomando fuerza, hasta que en el año 2015, logró una victoria espectacular obteniendo el dominio total de la Asamblea Nacional con mayoría calificada.

Aquí apareció el fenómeno que todos conocemos y que pareciera repetirse actualmente, que es el desarrollo de la lucha por apoderarse de la mayoría opositora sin desplazar del poder a quienes lo detentan y que no lo van a entregar con ninguna facilidad y lo estamos viendo.

En estos tiempos, los pueblos, la parte débil de la estructura social, han logrado muchos beneficios y sobresalir si tienen capacidad para hacerlo. No estamos en los estados feudales, donde grupos de personas eran dueños de las tierras y de los habitantes y podían realizar con ellos absolutamente todo, incluso matarlos. Desde hace un relativo corto tiempo, esto ha evolucionado desde la época del sacrificio de los trabajadores metalúrgicos en Chicago y por eso celebramos el primero de mayo como Día del Trabajador.

En la actualidad, el empresario, que es quien se arriesga para producir y mantener a su organización funcionando, está obligado a compartir sus beneficios con los trabajadores de una manera racional y sin arriesgar dejar a las empresas sin recursos para sobrevivir en las contingencias. Cuando no se comprende está realidad, de parte y parte, lo que se presenta es el conflicto y con ello el fracaso.

Comprender esta realidad social no es fácil y por ello, quienes erróneamente asumen que se puede desarrollar a un país sin el esfuerzo de sus habitantes, para mantenerse dominando, requieren del empleo de la fuerza y de salirse de los requisitos imprescindibles de lograr armonía y confianza en la lucha electoral.

La destrucción de la producción petrolera, donde nadie más que quienes gobiernan intervino para hacerlo, junto a la expropiación de cientos de empresas que asustaron a otros inversionistas potenciales, nos ha llevado a la debacle y tenemos muy poco para subsistir y no existe país sobre la tierra que se arriesgue a colocar en nuestro territorio miles de millones de dólares que permitan reconstruir al país y comenzar de nuevo hacia la prosperidad.

Adelantar las elecciones nacionales, anulando a los principales partidos políticos e inhabilitando a los líderes políticos populares, fue una gran jugada, ellos conocían que la mayoría de no acudiría a las urnas electorales en estas condiciones y ganarían fácilmente y lo lograron. Esta jugada anormal no les agradó a muchos países donde se ejerce el voto de manera cristalina y normal, a pesar de todos los acontecimientos que se producen por lograr las victorias, comenzaron a criticar y a desconocer este resultado electoral.

Ha llegado la hora de dilucidar quién tiene la mayoría y se requieren procesos electorales en igualdad de condiciones y eso regresará la calma y la cordura a nuestra patria. No existen alternativas, es imposible conservarse en el poder como se hace en la actualidad y quienes lo detentan deben estar conscientes de esta realidad. ¡Buena suerte! @dabega26

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