El cambio es indetenible, pero…

Venezuela se va paralizando demasiado rápido, vivimos en un mundo ficticio, vacío de propósitos y estrategias que permitan evolucionar como la mayoría de los países del universo terrestre. Solo se piensa en mantener el poder, sin pensar absolutamente en nada más. Las naciones no mueren, pero se degradan. Nosotros éramos una población atípica por lo exigente a quienes gobernaran, básicamente en la parte económica, cualquier otra cosa nos importaba poco, simplemente nos fuimos desarrollando así y nuestros dirigentes y gobernantes se hicieron vanidosos y engreídos, de tal manera que la población trataba de colocar a un mesías en la cumbre del poder, pero no observaba que la desidia y los problemas se encontraban en la estructura del Estado y no en la individualidad del jefe de Estado, apareció un individuo llamado Hugo Rafael Chávez Frías, conocedor absoluto de esta debilidad nacional y desarrolló un mensaje apropiado para cautivar a segmentos de la población que lo esperaban todo del gobierno sin realizar mayor esfuerzo. Apoyado por importantes medios de comunicación nacionales y regionales, sedujo a esta parte de la población y lo eligieron presidente. Su único proyecto era quedarse en el poder para siempre.

Quienes lo respaldaron y lograron que la población lo escogiera como el máximo conductor de nuestra patria, se sintieron felices y lo celebraron, pero rápidamente se convencieron que se habían equivocado y que ellos no se encontraban como invitados en el reparto de la torta, todo era de él y de nadie más. Comenzaron a combatirlo y hasta lo sacaron del poder por unas horas y regresó mucho más fuerte e implacable, aunque decía todo lo contrario. Los altos precios del petróleo hicieron que cantidades de dirigentes mundiales y figuras de gran renombre comenzaran a aglutinarse a su alrededor buscando las recompensas que pretendían y lo lograron. Era un héroe nacional y mundial, el dinero lo podía todo. De inmediato comenzó a demoler la capacidad productiva de la nación, apropiándose de toda cuanta empresa veía peligrosa como factor de apoyo a quienes se le opusieran y compraba todo en el extranjero y lo vendía a precios subsidiados. La felicidad y el apoyo total. Pero se enfermó y murió como un verdadero ídolo de multitudes. Su entierro fue apoteósico. Lo sustituyó Nicolás Maduro Moros, quien aplicaba la misma estrategia y la misma táctica de premio y castigo, según lo apoyaran o no.

El gran problema fue la caída de los precios petroleros, unidos al pago de la gran deuda contraída a pesar de los inmensos ingresos que tuvimos. Comenzó a pagar la deuda con el dinero que se requería para mantener la producción petrolera y llegó el desastre actual, donde carecemos de todo y con las sanciones del país más poderoso del universo castigando a Venezuela, luego de tantas humillaciones e improperios lanzadas por el gobierno contra ellos. Combatir a EEUU, no es cosa fácil y mucho menos en las condiciones económicas actuales.

Nos encontramos dentro de un deterioro total y debemos cambiar de gobernantes, no existen alternativas, pero muchos creen que es imprescindible exterminar a quienes gobiernan en la actualidad, que desean quedarse para siempre, pero no podrán hacerlo, tarde o temprano saldrán del poder y ojalá sea lo más pronto posible dentro del respeto a los derechos de quienes gobiernan y no se les pueda achacar delitos que no se les comprueben. Se hace imprescindible generar las garantías necesarias, para que el cambió se transforme en un una especie de reconciliación nacional y comencemos a reconstruir al país antes que se destruya totalmente, ¡Buena suerte!

Nota- Murió mi gran amigo Celestino Adames Pérez, una verdadera leyenda del periodismo regional. Su biografía ha sido más que publicada y no la voy a repetir. Su más grande sueño era crear un medio de comunicación impreso y publicó varias revistas que no pudo sostener por carencia de los recursos. Una vez en un viaje a Santa Elena, coincidió con el jurista y empresario Yamal Mustafá y le planteó su proyecto, este le prometió analizarlo y le daría la respuesta. Un día me buscó y se sentía muy alegre porque el doctor Mustafá aprobó editar un seminario que se llamó El Crítico y lo designó como director. Un éxito total, se vendían más de diez veces el número de ejemplares que todos los otros semanarios juntos. Los semanarios son periódicos de lecturas, diferentes a los noticiosos. Celestino se sentía realizado, pero la vida nos trae malos momentos y le sobrevino un ACV, que lo inmovilizó casi totalmente. Su esposa Rosmery y sus hijos se dedicaron totalmente a su cuidado, hasta que hace pocos días murió. Quiero resaltar que siempre recibió apoyo del doctor Yamal Mustafá. QEPD.

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