Bitácora industrial

Otro derrame petrolero
El buque cisterna japonés “Wakashio”, que navega bajo bandera panameña, encalló en las playas de la costa este de Islas Mauricio, en el océano Indico, y el petróleo que se derrama está provocando un daño ecológico que una parte tardara décadas en ser reparado, y otras necesitarían siglos en volver a crecer, como los atolones de coral. No hay información oficial del tonelaje de petróleo que transportaba el buque, pero algunos expertos estiman que se trata por lo menos de 100.000 barriles. El derrame se inició hace una semana, y de inmediato varios gobiernos, entre ellos Francia, ofrecieron ayuda para minimizar el daño ambiental, que para el gobierno de esas islas constituye su peor desastre en toda su historia. Ya el petróleo derramado llegó a las playas, que son la principal atracción turística y fuente de ingresos de ese país. El gobierno de Mauricio teme que el buque se parta en dos, y eche al mar todo su contenido de petróleo, por lo que están librando una carrera contra el tiempo, tratando de extraer todo lo que puedan, antes de que se termine de despedazar. Para los expertos es incomprensible que el Wakashio haya encallado en esos corales, siendo un buque construido en 2007, que se mantenía técnicamente al día en su mantenimiento, y sin que hubiera una tormenta tan fuerte que lo pudiera mover a la deriva. Es un buque de 300 metros de largo y 50 de ancho, que usualmente navega en los océanos Pacifico e Indico y que hasta ahora no había presentado ningún accidente o avería. El gobierno de Islas Mauricio ha hecho llamados de auxilio a todos los países, diciendo que no cuenta con los recursos técnicos ni financieros como para hacer frente a un siniestro ecológica de estas dimensiones. Este miércoles llegó a Mauricio un equipo de expertos de Naciones Unidas, para ayudar a dirigir las operaciones de control y limpieza del derrame petrolero, y evitar que sea mayor el daño ecológico ya causado.

Vender electricidad
Durante años se consideró que el financiamiento de las grandes plantas de generación eléctrica solo era posible para los gobiernos, porque un inversionista privado, si lo hiciera, nunca llegaría a recuperar su inversión, ni a realizar utilidades. Pero en la actualidad, con el precio que ha alcanzado la electricidad, es perfectamente posible que el capital privado financie un proyecto de generación eléctrica. Aunque los precios son variables en función a su origen, un megavatio/hora puede variar alrededor de 100 dólares, aunque hay países en donde supera los 150. Cuando en 1997 se inició el suministro de hidroelectricidad a la ciudad brasileña de Boa Vista, desde Guri, el contrato arrancó en 26 dólares el megavatio hora, y cuando terminó 20 años después en 2017, estaba en 43 dólares. Los expertos venezolanos protestaban ese precio, aduciendo que en el mundo lo menos que pagaban era 100 dólares por megavatio hora. El suministro a Boa Vista era de 200 megavatios, lo que al año sumaba unos 75 millones de dólares, a ese precio de 43 dólares el megavatio. Pero si se aplicara e precio de 100 dólares, el ingreso por esa hidroelectricidad generada en Guri sería de por lo menos 170 millones de dólares anuales, que muy bien servirían para contribuir en parte al mantenimiento de las usinas de Guri. Según expertos brasileños, a Boa Vista le cuesta anualmente cerca de 300 millones de dólares generar la electricidad que hasta hace poco le era transportada desde la central hidroeléctrica Simón Bolívar, en Guri. De allí la urgencia del gobierno brasileño para terminar el tendido de una línea de transmisión desde Manaos hasta Boa Vista, para transportar por ella la energía eléctrica generada en la represa de Tucuruí, sobre el río Tocantín, a 1.800 kilómetros de distancia. La línea de transmisión Manaos – Boa Vista, tiene una extensión de 700 kilómetros, con una inversión estimada inicialmente en 600 millones de dólares. Debía estar terminada y en operación en 2014, pero el proyecto ha tenido muchos contratiempos porque cruza varios territorios indígenas, cuyos habitantes se oponen al paso del tendido eléctrico. La oposición más fuerte es de la etnia Waimiri Atroari, que se llaman a sí mismos “kinja”. Estos indígenas alegan que, de los 721 kilómetros de la línea, 125 están en su territorio, en donde van a levantar 250 torres, y en torno de cada una de ellas van a hacer una deforestación casi equivalente a un campo de futbol. El corredor por el que transcurre la línea tiene que ser mantenido libre de vegetación, y tiene un ancho de por lo menos 70 metros, a lo largo de sus 721 kilómetros.

El oro
El oro sigue siendo el principal valor refugio, sobre todo en tiempos de crisis como los que está viviendo la humanidad. La gente que tiene ahorros quiere mantener su valor, aún sin obtener beneficios, pero que no pierdan poder adquisitivo. Por eso en estas últimas semanas aumentaron las compras de oro en todo el mundo y el precio de la onza subió gradualmente hasta alcanzar un récord histórico de 2.067,15 dólares en el mercado de Londres, hace una semana. Pero al marcar ese precio histórico, los inversionistas temieron que comenzara a bajar y se produjeron ventas masivas para obtener las ganancias, que lo hicieron bajar hasta 1.916. En Venezuela los compradores de oro lo estaban pagando ayer alrededor de 39 dólares el gramo de 24 kilates, que equivale a 1.207 dólares la onza, con una utilidad de más de 700 dólares por onza troy, al llevarlo al precio internacional. El comercio del oro en Venezuela atraviesa una etapa de incertidumbre, porque hay regulaciones que obligan a que todo el oro que se extrae en las minas le sea vendido al Estado, es decir al Banco Central. Pero al mismo tiempo, muchos abogados explican que no hay ley que impida que el que tenga una prenda de oro la pueda vender libremente al que se la pague mejor. Sin embargo, ha habido operativos oficiales para frenar el comercio de oro que ha proliferado en el país en medio de la crisis económica actual. En todas las ciudades crece el número de negocios que compran oro, por lo que los expertos dicen que es necesaria una nueva regulación, pero no su prohibición.

Acero chino
La economía de China se está recuperando, mientras la de Estados Unidos retrocede como consecuencia de la pandemia de Covid 19. China superó su pico de contagio y su aparato productivo aumenta gradualmente su actividad, lo que ha provocado una situación inédita: el precio del acero chino es superior al acero norteamericano. A comienzos de este año la diferencia a favor del acero de Estados Unidos era de casi 100 dólares. El precio tan bajo del acero chino motivó protestas de muchos países occidentales, que lo calificaban como dumpin. Esta semana el acero de China está sobre 500 dólares, un precio que hacía años no alcanzaba.

Precios internacionales
Solo como referencia y en US$/TM.
Aluminio (1.739) 1.754
Al. Prem. 1.754 + 308
Al. Alloy (1.330) 1.339
Alúmina (267) 270
Al. Chat. (528 ) 528
Oro onza (2.035) 1.937
Plata onz.(26,73) 25,79
Platino onz. (953) 938
Cobre (6.525) 6.379
Níquel (14.250) 14.167
Zinc (2.370) 2.377
Acero USA (467) 460
Acero China (499) 501
Acero chat. (290) 287
Hierro (105,59) 105,59
Briquetas (210) 210
Arroz (369) 369
Café Qt. (70,84) 73,10
Cacao (2.974) 2.974
Azúcar (360) 351
Maíz (122) 122
Trigo (191) 191
Avena (179) 179
Sorgo (119) 105
Soya (310) 302
Petróleo
Vzla. (25,04) 25,04
Opep (45,34) 44,87
West T. (42,20) 42,57
Brent (45,27) 45,28
Gasolina 124
Gas1.000p.(2,23) 2,17
Coque pet. (30) 30

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