¿Aferrarse al poder para qué?
El poder es el privilegio supremo del ser humano. Es la ventaja superior, no existe nada que lo iguale. La búsqueda del poder es muy compleja, difícil y temeraria, lo ha sido siempre, incluso dentro de los sistemas hereditarios, donde unas familias eran asumidas como nacidos para gobernar y eso generaba obediencia y sumisión en la estructura social. La historia nos cuenta de miles y miles de guerras entre los privilegiados por individualizar el poder y concentrarlo en uno de ellos.
La sociedad mundial ha evolucionado muy lentamente en función de conseguir métodos apropiados lograr que el poder lo detente quien logre aglutinar a la mayoría de la población. Es lo que llamamos DEMOCRACIA, pero que no funciona apropiadamente en todas las naciones y Venezuela es una de ellas, donde hemos retrocedido y nos hemos colocado en una situación de atraso social, donde están tratando de imponer un sistema de gobierno que no es otra cosa que la concepción social que confronta al Feudalismo, en todos sus aspectos y manifestaciones, pero que en la actualidad es algo absurdo y es lo que denominan COMUNISMO. Este error social ha costado millones de muertos, pero que todavía atrae a cierta cantidad de ciudadanos, unos porque no han logrado evolucionar y otros porque se aprovechan de este segmento social que aspira superarse sin realizar ningún esfuerzo y les hacen creer que quienes han logrado aglutinar muchos bienes con su esfuerzo, talento y disciplina, son unos malhechores que deben ser aniquilados.
El llamado Comunismo, ha empobrecido a millones de seres humanos, por cuanto el hombre sin el empuje que le produce el reconocimiento y recompensas por su esfuerzo, simplemente no funciona. Ese tipo de igualdad es absurda. La igualdad es para ofrecer oportunidades similares a todos y cada uno de los habitantes de una nación.
Todas las naciones donde el llamado sistema Comunista se ha implantado, han detenido su desarrollo automáticamente y se han visto obligadas a permitir que las mentes privilegiadas creen organizaciones que permitan la producción masiva y beneficios múltiples a sus trabajadores. Esto va evolucionando y cada día la población se va haciendo de bienes y servicios como consecuencia de producirlos y no como recompensa por apoyos políticos, que afectan a buena parte de los habitantes que carecen de todo.
El poder genera enemigos, odios y rechazos de manera automática, así sea el individuo más generoso sobre la faz de la tierra. Pero cuando frente al gobierno se coloca a un estadista, a un gran conductor político, comprende el fenómeno y jamás tratará de producir daños a quienes lo detestan, sino que buscará complacerlos, no solo para ganarse su afecto, sino para amainar la confrontación.
El gran problema es cuando nos encontramos con la situación que enfrentamos los venezolanos en la actualidad, donde un grupo de personas se creen dueños del país sin importarles absolutamente nada el estado de angustia y miseria de la mayoría de la población. No van a permitir que sus enemigos lleguen al gobierno con el propósito de reconducir al país por la senda de la producción y la prosperidad. Tienen la fuerza bruta que les permite el control del Estado con sus recursos e instituciones y no se hace nada fácil desplazarlos por los métodos tradicionales, pero es imposible mantenerse en el poder en una situación como la vivimos en Venezuela en el presente.
Quienes sustituyan a quienes gobiernan, distintos a su cofradía, son sus enemigos y quieren comérselos vivos, pero si el cambio de gobierno se genera como producto de un combate electoral, incluso encarnizado, aparece un fenómeno absurdo e inesperado, que es que al poco tiempo, de manera casi automática, desaparecen los odios y solo aquellos acusados de delitos concretos serán juzgados y sentenciados dentro de la legalidad. El resto al poco tiempo regresa al combate para tratar de vencer a quienes los vencieron.
La gran desgracia puede aparecer cuando la población llena de angustias por carecer de todo, pierde el sentido de la prudencia y se desata una violencia masiva, capaz de arrollar con todo y enceguecida frente al peligro, sin importarle nada lo que le hagan o no le hagan, solo va en la búsqueda del considerado enemigo y todo cuanto encuentre que considere que le pertenece lo va a destruir y aquí se acaba lo poco que podía recuperarse de un territorio nacional, de una nación. Reconstruirla de las cenizas lleva un proceso muy difícil y complicado y jamás regresará a lo que fue en su mejor momento.
Venezolanos del gobierno, venezolanos de la oposición, encontremos la salida correcta donde nuestra patria y nuestro pueblo no perezcan. ¡Buena suerte!
@dabega26
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Fr9gVHN4A436nOIw6sepgk
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia