Turista asesina a mujer trans: le extrae los pulmones y el corazón

Una mujer transgénero fue asesinada y mutilada el pasado fin de semana en Tailandia. El cuerpo de Woranun Pannacha, de 25 años, fue hallado en la madrugada del pasado sábado en una habitación de alquiler en Pattaya, una popular ciudad costera turística del país asiático.
El presunto autor es un turista chino de 42 años que fue arrestado como principal sospechoso en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok. El detenido presentaba arañazos en el rostro, presuntamente causados por un forcejeo violento con la víctima.
Según informa el diario South China Morning Post, el sospechoso, un soldador llamado Fu Tongyuen, habría conocido a la víctima el viernes en la playa y le habría ofrecido dinero a cambio de mantener relaciones sexuales.
Ambos se desplazaron a la habitación alquilada en Pattaya, y una vez allí, la víctima se habría negado a mantener relaciones con el sospechoso, lo que provocó una fuerte discusión entre ambos que terminó con la muerte de la joven de 25 años.
Cuando la policía registró la habitación tras ser alertados por una empleada doméstica horas después, según informa el diario local Pattaya Mail, halló el cuerpo de la joven en el baño, en un charco de sangre y con profundas heridas de arma blanca. Los agentes constataron entonces que a la joven le habían extraído el corazón, que se encontraba junto al cadáver, y que le faltaba un pulmón.
Reconoció los hechos
Tras su arresto, Fu confesó el crimen y reveló a la policía que “quería intentar abrir a la víctima y extraerle los órganos” según informaron las autoridades policiales de Chonburi. El turista, procedente de Hubei, habría declarado que tenía intención de “jugar” con el cadáver.
Las imágenes de cámaras de seguridad, publicadas en varios medios tailandeses, muestran a Fu comprando un par de tijeras grandes y un envoltorio de plástico en una ferretería cercana.
El brutal asesinato ha vuelto a poner en el foco la situación de las trabajadoras sexuales y las personas transgénero en Tailandia, donde estos abusos se producen con frecuencia y la prostitución es ilegal.
Esta circunstancia provoca que muchas trabajadoras sexuales rechacen denunciar a sus agresores ante las autoridades para evitar represalias legales o un señalamiento público, según explica al medio This Week in Asia Hua Boonyapisomparn, vicepresidenta de la Fundación de la Alianza Transgénero para los Derechos Humanos.
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