Todos los escándalos que llevaron a la renuncia de Boris Johnson
Se necesitaron 57 renuncias dentro del Gobierno británico para convencer a Boris Johnson de que había llegado su turno.
El primer ministro acordó dejar el poder. Primero abandonó la cabeza del Partido Conservador, luego anunció su renuncia como primer ministro cuando los conservadores acuerden quién será su sucesor.
Sin embargo, todavía aseguró la víspera que un primer ministro “no se va en medio de una crisis”. Pero quizás Boris Johnson finalmente se ha dado cuenta de que no se trata de una crisis única, sino de su multiplicación o del “tsunami de escándalos” que ha marcado su mandato desde 2019.
Johnson habría acabado por tanto agotando las nueve vidas que le han dado los comentaristas políticos británicos para describir su capacidad de levantarse tras cada nueva revelación.
Chris Pincher, un escándalo sexual de más. Fue la gota que colmó el vaso. Pero qué gota. En febrero de 2022, Boris Johnson nombró a Chris Pincher subdirector “látigo” a cargo de la disciplina de los parlamentarios conservadores.
Esta no era la posición más destacada en el pequeño mundo político británico, y Chris Pincher era casi un desconocido para el público en general. Apenas sabíamos que era leal a la causa “johnsonniana”.
Los medios de comunicación no tardaron en darse cuenta de que algunas personas sabían que Chris Pincher tenía mucho bagaje. Había sido acusado repetidamente de agresión sexual. El recordatorio de esta gran responsabilidad provocó que el flamante “látigo” adjunto dimitiera el 30 de junio.
La gran pregunta entonces era: ¿Boris Johnson estaba al tanto de este pasado cuando trajo a Chris Pincher? El primer ministro primero aseguró que no sabía nada al respecto, antes de admitir el martes que estaba al tanto de “artículos en la prensa que mencionaban acusaciones”.
Así, en pocos días, el asunto Pincher se fue convirtiendo en un concentrado de los grandes escándalos que marcaron la era ‘BoJo’: las aventuras sexuales y un primer ministro que miente sobre lo que sabe o no sabe.
El omnipresente ‘Partygate’. Más que un asunto bochornoso para Boris Johnson, se convirtió en el culebrón de su mandato. El 30 de noviembre de 2021, el diario ‘Daily Mirror’ reveló que al menos una fiesta tuvo lugar en el número 10 de Downing Street durante la Navidad de 2020, cuando el resto del país estaba encerrado y los británicos apenas podían ver a sus seres queridos durante las vacaciones de fin de año.
Pero fue solo el comienzo de las revelaciones sobre este escándalo que dio la imagen de un Gobierno que se sentía por encima de la ley. Con el paso de las semanas, los medios del Reino Unido descubrieron más de 15 fiestas en varios departamentos gubernamentales, incluida una fiesta por el cumpleaños de Boris Johnson en junio de 2020.
Johnson comenzó asegurando que no estaba al tanto de nada, antes de asegurar que las “reuniones” a las que pudo asistir eran estrictamente profesionales. Finalmente, prometió hacer todo lo posible para identificar a quienes habían infringido las normas sanitarias.
Explicaciones que no convencieron a (casi) nadie, dándose inicio a una investigación administrativa oficial para tratar de averiguar quiénes participaron y quiénes lo sabían. La policía de Londres incluso inició su propia investigación sobre 13 “reuniones”, incluidas tres a las que asistió Boris Johnson, para averiguar si cumplían con las reglas de cierre vigentes en ese momento.
Los dos procedimientos -administrativo y policial- concluyeron que hubo fallas graves en el Gobierno, pero sin implicar nunca directamente a Boris Johnson. Sin embargo, este escándalo dejó un regusto muy amargo en la boca de muchos británicos, que presenciaron el espectáculo de un primer ministro que cambió muchas veces su versión de los hechos para intentar salvar su puesto.
Owen Paterson, amigo de los lobbies. Owen Paterson, exsecretario de Estado de Irlanda del Norte a principios de la década de 2010 y destacado parlamentario conservador, fue presionado para que renunciara en noviembre de 2021 por graves fallas éticas.
¿Su error? Aceptar dinero durante varios años de diversos grupos de presión -sobre todo del sector agrícola- para defender su caso ante el gobierno, violando las normas parlamentarias.
¿Qué tiene esto que ver con Boris Johnson? Owen Paterson no sólo era cercano al primer ministro, sino que éste intervino para intentar evitar que fuera sancionado. En particular, Johnson había argumentado que la investigación parlamentaria no era justa y que no daba a Owen Paterson suficiente oportunidad de exponer su caso.
Las obras en el número 11 de Downing Street. ¿Quién pagó la redecoración del apartamento de Boris Johnson en el 11 de Downing Street? En febrero de 2021 estalló un escándalo en el Reino Unido cuando la prensa reveló que el Primer Ministro no había pagado de su bolsillo la reforma y decoración.
Formalmente, el premier dispone de un presupuesto de 30.000 libras (35.000 euros) para mantener el apartamento… y cualquier gasto adicional debe proceder de sus propios fondos. La renovación del 11 de Downing Street costó más de 100.000 libras… y un generoso donante del Partido Conservador pagó la factura.
Boris Johnson, personalmente, se libró de una simple advertencia porque pudo argumentar que estaba en el hospital con covid-19 cuando comenzaron las obras. Por lo tanto, desconocía oficialmente el proyecto de ley. Pero la Comisión Electoral -que regula las cuentas de los partidos políticos- no estaba al corriente.
Vacaciones gratis. Otro asunto de mucho dinero: ¿Cómo se financiaron las vacaciones de verano que Boris Johnson pasó bajo el sol en el verano de 2019 en la muy opulenta Isla Mustique en el archipiélago caribeño?
El primer ministro británico tardó varios meses en explicar que un rico donante del Partido Conservador había puesto gentilmente a su disposición una villa de lujo.
Unas vacaciones gratis que no son ilegales, pero que la comisión parlamentaria lamentó en julio de 2021 que el premier hubiera tardado tanto en aclarar.
Sexo, sexo y más sexo. Los escándalos sexuales que han surgido durante el mandato de Johnson son demasiado numerosos para detallarlos. En total, siete diputados conservadores han sido acusados de múltiples agresiones sexuales contra mujeres, hombres y menores.
Johnson no está vinculado a ninguno de estos sórdidos asuntos, pero ha sido acusado por la oposición laborista de adoptar un perfil muy bajo cada vez que se han publicado nuevas revelaciones. Y una de las pocas veces que ha intervenido fue para defender la decisión de su partido de no expulsar a uno de sus miembros acusado de violación.
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