Partido de López Obrador seguiría al mando de la Cámara de Diputados en México

El partido del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador mantendría la mayoría en la Cámara de Diputados, aunque al perder algunos asientos se vería obligado a negociar con la oposición si busca hacer reformas más profundas que requieren cambios constitucionales.

En tanto, en las votaciones locales aventaja el recuento en la mayoría de las gobernaciones en juego pero ha perdido apoyo en la capital del país.

Los resultados de los comicios eran todavía preliminares el lunes por la mañana pero el mandatario dijo sentirse “feliz” porque las votaciones fueron “libres, limpias” y la mayoría de los mexicanos apoyaron su visión de cambio.

“Se votó por dos proyectos distintos y contrapuestos, sobre todo en la elección federal”, dijo López Obrador.

“Los del proyecto de transformación van a tener mayoría en la Cámara de Diputados y esto significa tener garantizado el presupuesto suficiente para los más necesitados”, agregó.

De acuerdo con el conteo rápido dado a conocer por el Instituto Nacional Electoral (INE) cerca de la medianoche del domingo -un ejercicio estadístico basado en datos reales-, el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtuvo entre 190 y 203 diputados, indicó el presidente del organismo Lorenzo Córdova en un mensaje televisado.

De confirmarse los resultados, Morena tendría menos asientos de los que actualmente posee en la cámara baja, 253, por lo que volverá a tener que apoyarse en sus aliados para aprobar reformas legales.

Sin embargo, ni con ellos tendría los votos necesarios para promover por sí solos modificaciones constitucionales, las cuales requieren del respaldo de al menos dos terceras partes de los 500 legisladores.

Las organizaciones aliadas al gobierno -Partido Verde y Partido del Trabajo- obtuvieron entre 40 y 48 y 35 y 41 diputados, respectivamente, lo que le daría al bloque oficialista al menos 265 de los 500 asientos de la Cámara de Diputados.

Las fuerzas opositoras Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano lograron al menos 106, 63 y 20 diputados, respectivamente, precisó Córdova.

Medidor para el presidente

Los resultados preliminares muestran que los partidos opositores, que lucían disminuidos frente a un López Obrador con alta popularidad, lograron recuperarse y obtener más escaños de los que tenían en la cámara baja saliente.

Aunque López Obrador no estaba en las boletas, las elecciones fueron vistas como una especie de referendo sobre la gestión del presidente y su llamada “cuarta transformación”. La participación fue de más del 51 % , por encima de lo registrado en comicios de medio mandato previos.

El presidente no quiso hablar de las reformas previstas para esta segunda parte de su administración pero indicó que desde ahora hasta la consulta popular para la revocación de mandato, prevista para marzo de 2022, se iba a apurar. “Necesito afianzar bien el proceso de transformación”, dijo. Su prioridad, repitió, serían los más pobres.

Pese al miedo de la oposición de que esa consulta pueda conllevar un intento de reelegirse -algo prohibido por la constitución-, López Obrador insistió una vez más en que está en contra de la reelección y que en 2024 se jubilará.

El domingo también se votó por 15 gobernadores y miles de puestos locales. Morena se situaba por delante en 11 de los 15 estados que elegían a su gobernante, aunque en dos de ellos con una ventaja mínima, y López Obrador celebró que su partido ganara gran parte de los miles de puestos locales, sobre todo en el sur de país.

La excepción en esta tendencia fue la Ciudad de México. Pese que la capital es un feudo tradicional de la izquierda, la coalición opositora avanzó en muchos barrios. “Son varios factores, hay que aceptarlos”, reconoció el mandatario.

A su juicio, el avance opositor se debió a que en la ciudad “hay más bombardeo de medios de información” y “es donde se resiente más la guerra sucia… Se tiene que trabajar más con la gente aquí en la Ciudad de Mexico”.

La capital mexicana es la ciudad más progresista del país pero muchos sectores de su intelectualidad y de colectivos sociales que apoyaron a López Obrador en 2018 se volvieron sus mayores críticos porque consideran que está reduciendo el pluralismo.

La violencia

En el tema de seguridad, y pese a que durante la campaña electoral fueron asesinados 36 candidatos, la votación transcurrió de manera relativamente pacífica.

López Obrador destacó que se registraron ligeramente menos homicidios que la media diaria. “Los que pertenecen a la delincuencia organizada, en general bien, muy pocos actos de violencia de estos grupos”, señaló. “Se portó más mal la delincuencia de cuello blanco, pero no se pasaron de la raya y tampoco alteraron en lo fundamental los resultados”.

Una de las excepciones fue en la localidad de Santiago Laollaga, en el estado central de Oaxaca, donde un grupo de personas, cuya identidad se desconoce, prendió fuego al lugar donde se instalaría la casilla y colocó barricadas, dijo en su cuenta de Twitter el senador oficialista Salomón Jara Cruz.

También se reportó un incidente violento en la unidad habitacional Lázaro Cárdenas del Estado de México, vecino a la capital, donde un grupo agredió a votantes.

Por el hecho fueron detenidas al menos 15 personas, informó la Secretaría de Seguridad del estado. Asimismo, en una casilla de la ciudad norteña de Tijuana, próxima a la frontera con Estados Unidos, un sujeto lanzó una caja con una cabeza humana en su interior, según reportaron medios locales.

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