La viuda negra japonesa asesinó a sus amantes con ciuanuro
A los 75 años, Isao Kakehi gozaba de buena salud y estaba enamorado.
Era 2013, y se había embarcado en una nueva y emocionante relación con Chisako Kakehi, una viuda de 67 años que conoció a través de una agencia de emparejamiento japonesa.
En dos meses, la pareja se casó, se mudaron juntos y comenzaron una vida aparentemente feliz en la ciudad de Muko de Kioto, haciendo pasteles de arroz para las celebraciones de Año Nuevo.
Pero Isao Kakehi no vivió para ver el año nuevo.
El 28 de diciembre se convirtió en la cuarta y última víctima de la asesina conocida como la “Viuda Negra” de Japón.
“Ella usó una agencia de emparejamiento para familiarizarse con las víctimas ancianas una tras otra y las envenenó después de hacer que confiaran en ella”, dijo el juez en el fallo de junio, según la emisora pública NHK.
“Es un crimen despiadado basado en una fuerte intención asesina planificada”, agregó.
Chisako Kakehi, ahora de 74 años, está en el corredor de la muerte por asesinar a tres parejas románticas y por intentar asesinar a una cuarta.
Los asesinatos comenzaron en 2007, cuando tenía 61 años, pero escapó de sospechas hasta que la muerte de Isao Kakehi provocó una investigación policial, que resultó en su arresto en 2014.
En 2017, fue sentenciada a muerte después de uno de los juicios más largos de Japón. Una apelación para revocar el fallo fracasó en junio.
El caso cautivó a Japón y destacó los peligros que acechan para los solteros mayores vulnerables a las estafas amorosas en Internet.
Y también ha hecho que el país se cuestione por qué una mujer en esa edad comenzaría a matar a los hombres que pretendía amar.
Los cuatro hombres vivían en diferentes ciudades, tenían diferentes trabajos y no tenían ninguna conexión entre ellos, excepto por una cosa: todos tenían ahorros y activos considerables.
Esto, combinado con su edad avanzada y su condición de soltero, los convirtió en objetivos perfectos.
El primero de los cuatro envenenamientos se debió a una deuda: Kakehi le debía a Suehiro unos US$ 437.000, según el fallo.
El descubrimiento
La muerte de Isao Kakehi se consideró lo suficientemente sospechosa como para justificar una autopsia, que reveló cantidades letales de iones de cianuro en su corazón, sangre y estómago, así como erosión en su estómago.
Días después de su muerte, las autoridades encontraron píldoras de suplementos de salud y cápsulas vacías en el apartamento de Kakehi, lo que sugiere que ella había vaciado los suplementos de salud y los había vuelto a llenar con cianuro que se había molido hasta convertirlo en polvo.
En agosto de 2014, los investigadores descubrieron la pista reina en el apartamento de Isao Kakehi: enterrada en una maceta que su esposa había tirado, había una bolsa de plástico que contenía trazas de cianuro.
El color de la bolsa y su contenido sugería que el cianuro había estado enterrado durante varios meses, y se encontró el mismo tipo de bolsa de plástico con cremallera en el apartamento de Kakehi.
Había obtenido el cianuro de su trabajo en la imprenta, según el fallo.
Dos meses después, la policía la arrestó.
Después de interrogatorios durante varios meses, Kakehi finalmente confesó haber envenenado a Honda, Hioki y Suehiro con cápsulas de cianuro.
La policía también creía que Kakehi estaba relacionada con el asesinato de otros cuatro hombres, además de los cuatro de los que estaba acusada, pero los fiscales finalmente decidieron no acusarla de esos por falta de pruebas, según NHK.
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