Israel permitirá a Egipto entregar ayuda humanitaria a Gaza
Israel dijo el miércoles que permitirá a Egipto entregar cantidades limitadas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, por primera vez en 10 días de sitio del territorio.
Crecía la desesperación de los palestinos tras una explosión que mató a medio millar de personas la noche anterior en un hospital de Ciudad de Gaza y al agotarse alimentos y agua potable.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que se aprobó la decisión por pedido del presidente estadounidense Joe Biden, quien se encuentra en el país.
Dijo que Israel “no impedirá” entregas de agua, alimentos y medicamentos mientras se limiten a los civiles en el sur de la Franja de Gaza y no sean para milicianos de Hamas. El comunicado no mencionó el combustible, que también escasea.
No estaba claro cuándo comenzaría a arribar la ayuda. En el cruce de Rafah, la única conexión de Gaza con Egipto, los camiones cargados de ayuda esperan desde hace días.
Pero este cruce tiene una capacidad limitada, y Egipto dice que los ataques aéreos israelíes lo han dañado.
Mientras tanto, la furia por el ataque del martes por la noche en el hospital al-Ahli se extendía por todo el Medio Oriente, y cuando Biden iniciaba su visita a Israel para tratar de impedir la extensión del conflicto.
La guerra comenzó el 7 de octubre, cuando Hamas irrumpió a través de la cerca que separa Gaza del sur de Israel y atacó varias poblaciones.
El grupo armado Hamas atribuyó la explosión a un ataque aéreo israelí, mientras que el ejército israelí culpó a un cohete malogrado de otros milicianos palestinos. Al menos 500 personas murieron, según el Ministerio de Salud gestionado por Hamas.
Poco después de la llegada de Biden, los ataques de cohetes palestinos sobre Israel se reanudaron tras 12 horas de receso. Los ataques aéreos israelíes sobre Gaza también continuaban el miércoles, incluso sobre ciudades sureñas que Israel había descrito como “zonas seguras” para civiles palestinos.
La guerra entre Israel y Hamas está “llevando la región al límite”, indicó en la televisora estatal el ministro jordano de Exteriores, Ayman Safadi.
El ejército israelí ofreció una conferencia de prensa el miércoles en la que expuso sus argumentos sobre por qué no era responsable de la explosión en el hospital del Al Ahli. El contraalmirante Daniel Hagari, portavoz jefe de las fuerzas armadas, dijo que sus fuerzas no estaban disparando en esa zona.
En su lugar, dijo Hagari, un radar israelí confirmó una ronda de cohetes lanzada por el grupo palestino Yihad Islámica desde un cementerio cercano en ese momento, en torno a las 18:59.
Videos independientes del lugar mostraban que uno de los cohetes se había precipitado desde el cielo, dijo.
El cohete malogrado cayó en el estacionamiento fuera del hospital. Si hubiera sido un ataque aéreo, ahora habría un cráter en el lugar, afirmó, pero en lugar de eso la deflagración procedía de la cabeza del cohete fallido y el combustible que no había gastado su sistema de propulsión.
El ejército israelí también publicó una grabación que según dijo era de dos milicianos de Hamas hablando de la explosión, en la que las personas decían que se creía que era un lanzamiento fallido de Yihad Islámica y que la metralla parecía ser de armas de la milicia, no israelíes.
Hagari dijo que el país compartiría su información con autoridades británicas y estadounidenses y cuestionó la cifra de muertos que ha dado el Ministerio de Salud de Gaza, gestionado por Hamas.
Desde el inicio de la guerra, unos 450 cohetes disparados a Israel por grupos milicianos han caído en Gaza, según el ejército.
Hamas calificó la explosión del martes en el hospital como una “horrible masacre”, y afirmó que fue causada por un ataque israelí.
La Yihad Islámica rechazó las afirmaciones israelíes y acusó a Israel de “tratar de eludir la responsabilidad de la brutal masacre que cometió”.
El grupo mencionó la orden de Israel de evacuar Al Ahli y reportes de un ataque anterior contra el complejo hospitalario como prueba de que el hospital era un objetivo israelí.
También afirmó que la magnitud de la explosión, el ángulo de caída de la bomba y el alcance de la destrucción apuntaban a Israel.
Los médicos en el sobrepasado hospital recurrieron a operar en el suelo y en los pasillos, en su mayoría sin anestesia.
“Necesitamos equipos, medicinas, camas, anestesia, lo necesitamos todo”, dijo Abu Selmia. Advirtió que el combustible para los generadores del hospital se agotaría en cuestión de horas, lo que obligaría a suspender las operaciones por completo, si no llegaban suministros a la Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza informó de al menos 3.200 muertos en el territorio y 11.000 heridos. Se cree que otras 1.200 personas están sepultadas bajo los escombros, vivas o muertas, en diversas partes de Gaza, según las autoridades de salud.
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