Francia redefine la violación como cualquier acto sexual no consensuado
Se prevé que el Senado de Francia dé su aprobación final el miércoles a un proyecto de ley que define la violación y otros tipos de agresión sexual como cualquier acto sexual no consensuado, una medida que surge tras el histórico juicio por violación mediante sumisión química que sacudió a Francia y convirtió a Gisèle Pelicot en un ícono global.
El proyecto de ley fue presentado en enero, pocas semanas después de que 51 hombres fueran condenados por violar y abusar de Gisèle Pelicot en un caso que provocó una reflexión nacional sobre la cultura de la violación en Francia.
Marie-Charlotte Garin y Véronique Riotton, legisladoras de los Verdes y del partido centrista del presidente Emmanuel Macron, respectivamente, quienes defendieron el proyecto de ley, escribieron: “Es hora de actuar y dar un nuevo paso adelante en la lucha contra la violencia sexual”.
Nuevos conceptos
El consentimiento se define como “otorgado libremente, informado, específico, previo y revocable” y se evalúa “a la luz de las circunstancias”. El texto dice que “no puede inferirse únicamente del silencio o la falta de reacción de la víctima”.
La semana pasada, fue ampliamente aprobado por legisladores de casi todos los partidos en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento francés. La extrema derecha votó en contra.
Se espera que el Senado dé su aprobación final en las siguientes horas del miércoles, el último paso antes de que el proyecto se convierta en ley mediante su publicación oficial.
Una vez aprobado el proyecto, Francia se unirá a muchas otras naciones europeas que tienen leyes similares basadas en el consentimiento sobre la violación, entre ellos, los vecinos Alemania, Bélgica y España.
El caso
En diciembre, el exmarido de Pelicot y otros 50 hombres fueron condenados por agredirla sexualmente entre 2011 y 2020 mientras estaba bajo sumisión química. Dominique Pelicot fue sentenciado a 20 años de prisión, mientras que las sentencias para otros acusados oscilaron entre 3 y 15 años de prisión. Un tribunal de apelaciones impuso una sentencia más severa de 10 años a principios de este mes al único hombre que impugnó su condena.
El desgarrador e inédito juicio expuso cómo la pornografía, los chats y el desprecio o la vaga comprensión de los hombres sobre el consentimiento alimentan la cultura de la violación.
Gisèle Pelicot se ha convertido desde entonces en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual.
