Fabrican hornos crematorios móviles en Bolivia

Por las calles de La Paz, en Bolivia, un enorme aparato arrastrado por un camión y con un letrero que dice “Hornos crematorios móviles” ha llamado la atención de los habitantes.

Esta fue la manera que tuvieron sus creadores para dirigirse a las autoridades y hacer entender que la carencia de estos equipos es una realidad y más aun en estos momentos que los centros de salud se desbordan por fallecidos por covid-19.

La idea fue creada por por un grupo de mineros empresarios que decidieron hacer estos artefactos para trasladarlos a las ciudades más necesitadas.

“Las familias no tienen los recursos o no están encontrando dónde llevarlos a enterrar o a cremar y acaban en las calles para no contaminarse”, dijo el ingeniero Carlos Ayo, miembro de la empresa.

Estos hornos tienen un precio de 45 mil dólares y puede cremar entre 12 y 15 cuerpos utilizando un balón de gas por cada uno.

Además de que el proceso cuesta  una cuarta parte de lo que ofrecen los servicios funerarios tradicionales, explicó Ayo.

También comentó que se ha negociado la venta de los hornos en varias ciudades y tienen pedidos desde el sur de Perú, en la frontera con Bolivia.

“Nosotros fabricamos los hornos”, aclaró Ayo, ya que las personas creían que también hacían el proceso de cremación y agregó que “en un día hemos recibido 200 llamadas buscando cremaciones”, enfatizando lo necesario que es su producto.

Nacimiento de la idea

Carlos Ayo contó que la iniciativa surgió en marzo cuando la pandemia comenzaba, que vieron cuerpos en las calles en otros países y que poco después esas escenas se repitieron en Latinoamérica.

El coronavirus ha golpeado al precario sistema de salud y los servicios fúnebres de Bolivia, uno de los países más pobres de Sudamérica y donde solo las ciudades principales tienen hornos crematorios.

Uno de los lugares más afectados ha sido Cochabamba, donde los ataúdes se quedaban en las casas por más de seis días y los fallecidos se acumulaban en la calle por el colapso de los servicios fúnebres, ya que el principal cementerio sólo tiene un horno crematorio.

El Ministerio de Salud activó un protocolo de emergencia donde estableció que los cuerpos de los fallecidos por covid-19 pueden ser enterrados en tierra, nichos o fosas comunes y que la cremación es necesaria en los municipios que tengan ese servicio.

Buena opción

Martín Fabri, director de Empresas de la Alcaldía de La Paz, explicó a AP que sólo en julio el principal cementerio de la ciudad realizó 2.000 servicios funerarios, mientras que antes de la pandemia no superaban los 500.

La falta de capacidad para hacer frente a la demanda obligó a emitir una disposición que establece que yo no se recibirían fallecidos de otras ciudades.

“No todos los fallecidos tienen la confirmación de la enfermedad, pero nosotros tomamos los recaudos”, agregó.

Según Fabri el horno crematorio móvil es una buena opción, siempre que cumpla los parámetros ambientales.

Agregó que el municipio ha realizado dos inspecciones e hizo observaciones, la cuales han sido subsanadas. Luego de una serie de reuniones se tomará una decisión.

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