El papa dice que rechazar migrantes es “un pecado grave”
El papa Francisco recordó que en sus conversaciones con migrantes siempre destacan las palabras “mar y desierto” y evocó el “Mare Nostrum”, nombre que daban los antiguos romanos al Mediterráneo, para denunciar que aquel mar que fue “un lugar de comunicación entre pueblos y civilizaciones” hoy “se ha convertido en un cementerio”.
El jefe de la Iglesia católica estimó que, pese a que todo el mundo comprende que “los migrantes no tienen que estar en esos mares y desiertos mortales”, impedirlo no será posible mientras se crean leyes más estrictas y se militarizan las fronteras.
“Lo lograremos ampliando vías seguras y regulares para los migrantes, facilitando el refugio para quienes huyen de las guerras, la violencia, la persecución y diversos desastres”, afirmó.
En la misma jornada, Francisco se dirigió a los participantes de la Conferencia Episcopal Latina de las Regiones Árabes (Celra), destacando la importancia de mantener la esperanza y alimentar la solidaridad.
Además, advirtió en su discurso que “el conflicto [en Oriente Medio], en lugar de encontrar una solución justa, parece volverse crónico, con el riesgo de extenderse y encender toda la región”.
El Mediterráneo, incluidas sus rutas central y oriental, se encuentra entre las más transitadas por los migrantes que buscan llegar a Europa.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), solo en 2023 más de 215.500 migrantes llegaron a Europa cruzando el Mediterráneo y más de 3.100 murieron durante el recorrido.
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