EEUU derriba otro objeto volador
Un caza estadounidense derribó el domingo un “objeto no identificado” sobre el lago Hurón por orden del presidente Joe Biden, y se cree que se trata del mismo que fue detectado la noche anterior en el estado de Montana, debido al Pentágono. Se trata del tercer derribo de un objeto en el aire en el mismo número de días.
La extraordinaria actividad de defensa antiaérea comenzó a finales de enero, cuando apareció sobre Estados Unidos un globo blanco que, según Estados Unidos, era de origen chino y tenía multas de espionaje. El globo sobrevoló el país durante días antes de que los cazas lo derribaran frente a la costa de Carolina del Sur.
Ahora, cuatro objetos han sido derribados por cazas estadounidenses en ocho días, incluyendo dos sobre Alaska y Canadá. Funcionarios del Pentágono han dicho que no saben cuándo se produjeron anteriores derribos de objetos desconocidos o no autorizados sobre territorio estadounidense.
Las autoridades estadounidenses han dejado claro que vigilan constantemente las señales de radar desconocidas y que no es raro que cierren el espacio aéreo como medida de precaución para evaluarlas, pero que también tomarían medidas cuando fuera necesario. La respuesta actual inusualmente agresiva suscitó dudas sobre si ese uso de la fuerza estaba justificado.
El último objeto derribado se detectó por primera vez el sábado por la noche sobre Montana, pero inicialmente se pensó que era una anomalía. El radar volvió a detectarlo el domingo sobrevolando la Península Superior de Michigan y avanzó sobre el lago Hurón, de acuerdo con funcionarios federales que estaban al tanto de los derribos y hablaron con The Associated Press a condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre los delicados operativos.
Las autoridades estadounidenses y canadienses habían restringido cierta parte del espacio aéreo sobre el lago horas antes luego de que los cazas partieran para interceptar e intentar identificar el objeto. Era octogonal, con cuerdas oscilantes, pero no tenía carga útil perceptible. Volaba a baja altitud, a unos 20.000 pies (6.000 metros), según uno de los funcionarios.
Las autoridades estadounidenses aún intentan identificar con precisión los otros dos objetos derribados por cazas F-22 en los últimos dos días, y trabajan para determinar si China los había enviado, en un contexto de inquietud por lo que Washington ha descrito como un programa de espionaje chino a gran escala.
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