Desinfectan el Muro de los Lamentos para evitar contagio de covid-19

El Muro de los Lamentos, el principal lugar de rezo sagrado a nivel mundial, será desinfectado para evitar contagiarse de coronavirus mediante roces, besos y al tocar las piedras sagradas.

Todos los años, antes del Rosh Hashaná o Año Nuevo Judío y de la Pésaj -pascua judía-, se le hace una limpieza y se quitan los papeles con peticiones y deseos que los creyentes dejan en las grietas del muro para que Dios los atienda.

Esta limpieza se hace cada seis meses.

Este año se realizó con guantes, mascarillas, prendas de protección y desinfectante para esterilizar el lugar.

Millones de personas de todo el mundo tocan y besan las piedras de este lugar que, por la pandemia del coronavirus, está prácticamente vacío; aunque sigue abierto tiene ciertas restricciones en cuanto al número de personas que “entran” y la distancia en la que los mismos pueden estar.

Las Explanada de las Mezquitas y la Basílica del Santo Sepulcro sí cerraron las puertas al público.

“Durante estos días difíciles en los que la plaga se está extendiendo por todo el mundo y amenazando nuestras vidas, recogemos oraciones de todo el orbe en el vestigio de nuestro Templo destruido, oraciones al Creador del universo para que nos envíe una completa curación y buena salud”, imploró el rabino jefe del Muro, Shmuel Rabinowitz.

El Muro de los Lamentos es el lugar más sagrado para la relación judía, el tercero más santo para el islam y actualmente permite el rezo musulmán.

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