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Corea del Norte pide lealtad al gobierno en medio crisis por la pandemia

En el país afirman que l covid-19 no llegó a afectar a nadie, pero muchos dudan de esta versión. A pesar de ello cerró sus fronteras.
Por: AFP
miércoles, 09 junio 2021
AFP | La situación económica no era buena antes de la pandemia

Para protegerse de la pandemia, Corea del Norte se encerró todavía más, lo que extremó su aislamiento. Ante esta dura situación, la población está llamada a demostrar una mayor lealtad al régimen, según los expertos.

El país, cuya economía está hundida por las múltiples sanciones internacionales impuestas a raíz de sus programas militares, atraviesa desde hace tiempo graves crisis alimentarias. Con la pandemia, la situación ha debido empeorar.

Pyongyang fue uno de los primeros en imponer estrictas restricciones sanitarias, entre las cuales, el cierre de su frontera para evitar la propagación del coronavirus detectado en China.

El régimen asegura que la epidemia no llegó al territorio, lo que ponen en duda muchos expertos.

Pero este aislamiento ha tenido un impacto económico elevado e incluso el líder norcoreano Kim Jong Un ha reconocido las dificultades a las que tiene que enfrentarse la población, llámandoles a prepararse para lo peor.

El comercio con Pekín, primer apoyo económico y diplomático del régimen, se ha reducido drásticamente. Las cifras del organismo chino de aduanas informaron que Corea del Norte había importado en abril bienes por un valor de 29 millones de dólares, más del doble que en marzo, pero una cifra muy por debajo del nivel de antes de la pandemia.

“Pyongyang estaba en una situación desesperada antes de la pandemia”, observa Soo Kim, exempleado de la CIA que trabaja actualmente para Rand Corporation. “El coronavirus agravó las dificultades sistémicas, institucionales y económicas existentes”.

Todos los extranjeros que trabajan para la ONU y las agencias de ayuda dejaron el país por las restricciones.

Varias de estas organizaciones confirmaron a la AFP que este año no se publicará el informe sobre “Necesidades y Prioridades” que normalmente presenta el balance de la situación humanitaria en el país y sobre el que se basa la ONU para los pedidos de fondos.

Esta decisión se debe a “la ausencia de evaluaciones y observaciones de terreno a raíz de las restricciones impuestas para combatir el coronavirus”, declaró Edwin Salvador, representante en Pyongyang de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es “muy probable” que la pandemia haya “agravado” la situación humanitaria en Corea del Norte, donde 10,6 millones de personas están necesitadas, declaró un portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).

“Marcha forzada”

Kim reconoció en abril la dura situación a la que debía enfrentarse el país y pidió a sus responsables “llevar a cabo una nueva ‘Marcha forzada’, más dura todavía, para ayudar a la población frente a las dificultades, aunque sea un poco”.

La “Marcha forzada” es la expresión utilizada en Corea del Norte para hacer referencia a la hambruna de los años 1990 que causó cientos de miles de muertos, debido a la reducción de la ayuda de Moscú tras la caída soviética.

Esta referencia busca motivar a la población a “encarar las adversidades” y a trabajar para “la supervivencia de la nación”, estima Gianluca Spezza, del Instituto para las Políticas de Seguridad y Desarrollo de Estocolmo.

“Si una cosa nos ha enseñado la historia de Corea del Norte es este carácter especial del nacionalismo norcoreano que hace que la Rpdc prospere en los momentos más duros”, dijo, citando las iniciales de la República Popular Democrática de Corea (Rpdc).

En estos últimos meses, el líder norcoreano envió numerosas cartas a las organizaciones del régimen, como la Liga de la Juventud o la Federación de los Sindicatos, para rendirles homenaje por llevar alto “el estandarte de la lealtad y el patriotismo”, según la agencia oficial Kcna.

Los medios oficiales multiplican los reportajes en los que se ven a cientos de jóvenes, algunos huérfanos, que son “voluntarios” para el trabajo manual al servicio del Estado.

“Las imágenes de los jóvenes en fila para ir voluntariamente a trabajar en las minas son una forma para Pyongyang de reafirmar su identidad de cara al mundo exterior, incluso si este sólo ve en ellas casos graves de violaciones de los derechos humanos”, declara Michael Madden, du Stimson Center.

Según este experto, el régimen ha iniciado una operación de adoctrinamiento de la juventud, para quien la “Marcha forzada” es apenas un recuerdo.

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