Álex Saab considera que su detención es arbitraria e ilegal

El colombiano Álex Saab habló con RT desde Cabo Verde, país en el que se encuentra detenido acusado de lavado de dinero y de liderar una red de corrupción en Venezuela relacionada con los Clap.

Desde Venezuela indican que es un diplomático venezolano que viajaba en busca de llegar acuerdo para la compra de medicinas y comida.

La justicia de Estados Unidos lo acusa directamente de tener “contratos sobrevalorados” para la construcción de viviendas de interés social en Venezuela, y por permitir que Maduro se “beneficiara significativamente” de la importación y distribución de alimentos de los Clap.

Actualmente está en un proceso de extradición a Estados Unidos y está en detención domiciliaria.

Le dijo a RT que  él no es el verdadero objetivo ya que la intención de Estados Unidos es “debilitar al presidente Maduro y a su Gobierno, intentando utilizarme para extraer “información para usar en su contra”.

Debido a ello considera que su detención es “arbitraria e ilegal”. “Me detuvieron sobre la base de una notificación roja de Interpol que no existía. Tampoco había una orden de detención ni de EEUU ni de Cabo Verde”, añadió Saab.

“Soy un mero instrumento para alcanzar ese verdadero fin (acabar con el gobierno de Maduro). Solo espero que el presidente Biden sea capaz de enmendar lo que Trump destrozó”.

Proceso irregular

A la pregunta sobre las “irregularidades de su proceso” contó “¿por dónde empezar? Observar las maquinaciones de las autoridades de Cabo Verde cuando han intentado justificar su comportamiento ilegal ha sido extraordinario”.

“Estuve detenido sin orden de Interpol ni de EEUU, unos 25 días, hasta que Washington envió por vía diplomática la solicitud de detención. Llevaba conmigo documentos que irrefutablemente demostraban mi condición de enviado especial y la naturaleza de mi misión”, añadió.

Indicó que ha sido sometido a tortura física y psicológica. “La forma vergonzosa en que se manejó mi arresto domiciliario es inexcusable”, dijo Saab.

Apuntó que Cabo Verde actuó bajo presión de Estados Unidos y los acusó de violarle su derecho como agente diplomático.

“Cabo Verde me concedió el arresto domiciliario para evitar cínicamente cualquier debate sobre su desacato al Tribunal de la CEDEAO: un arresto domiciliario fuera de la ley, en el cual no me permiten tener acceso a mis médicos ni a mi equipo de abogados!.

Reveló que no le permiten comunicarse con nadie ni recibir visita de sus familiares.

“Estoy en una casa rodeado por más de 50 oficiales armados del Ejército y de la Policía, controlan hasta mi comida. Es exactamente igual o peor a las condiciones de la prisión, con la presión psicológica permanente a la que estoy expuesto. No puedo ni salir al patio de la casa sin que un dron me esté grabando desde el cielo”, relató.

Espera que su situación se resuelva y confía en sus abogados. “Mi equipo jurídico ha creado una defensa muy sólida, cuya calidad y fuerza habrán sorprendido a muchos, incluido al sistema político y jurídico de Cabo Verde”, expuso.

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