El esqueleto de E.T. se subasta por 2,6 millones de dólares

Alguien acaba de comprar el regalo de Navidad más increíble… y más caro. Así anunciaba The Washington Post la subasta del esqueleto mecatrónico de ET, el que, casi literalmente, dio vida al extraterrestre más famoso del mundo, creado por Steven Spielberg en 1982. El aparato se acaba de vender por 2,56 millones de dólares.

La casa de subastas Julien’s, en Beverly Hills (California), vendió el objeto como parte de su subasta ‘Iconos e ídolos: Hollywood’, según explicó su director, Martin Nolan. El anuncio de la subasta explica que tiene 85 puntos de articulación, desde los ojos y los dedos hasta el cuello y el abdomen. Casi un tercio de esos puntos están en su cara.

El anuncio cita a Spielberg diciendo: «Para mí, según mi experiencia, es la octava maravilla del mundo del cine».

La mecatrónica de E.T. es tanto una proeza de ingeniería como de arte. Fue fabricado por el genio de los efectos especiales Carlo Rambaldi. El sistema funciona con una combinación de cables conectados a los elementos electrónicos fabricados con una aleación de aluminio. Durante el rodaje fue manejado por 12 animadores profesionales. Costó alrededor de 1,5 millones de dólares, una parte significativa del presupuesto de 10 millones de dólares de la película.

Tras la muerte de Rambaldi, que también trabajó en Alien y Encuentros en la tercera fase, su familia se puso en contacto con la casa de subastas para vender no sólo la mecatrónica de E.T, sino también una maqueta (un modelo tridimensional del personaje que los diseñadores utilizaron como referencia) de E.T. y seis bocetos de la criatura.

Nolan dijo que el comprador no quería revelar su identidad, pero sí dijo que muchos museos estaban interesados en la pieza. La maqueta se vendió por 125.000 dólares y los bocetos por entre 12.000 y 50.000 dólares cada uno.

La casa de subastas también ha contado que para diseñar al extraterrestre, Spielberg envió a Rambaldi fotos del poeta Carl Sandburg, el físico teórico Albert Einstein y el escritor Ernest Hemingway: «Me encantan los ojos de estos tres personajes, ¿podemos hacer que los ojos de E.T. sean tan frívolos, sabios y tristes como los de esos tres iconos?»