Decidió renunciar a su trabajo, mudarse a un velero y navegar con su gato
Un joven estadounidense de 29 años ha ganado fama en redes sociales luego de haber decidido renunciar a su trabajo e invertir todos sus ahorros de jubilación para comprar un velero, y navegar juntó a su gata ‘Phoenix’ de la costa de Oregón a Hawái, cruzado el Océano Pacífico.
Se trata de Oliver Widger, quien, tras 11 años de trabajar en un corporativo, decido dejarlo todo, tras recibir la noticia de una enfermedad crónica, en el que fue diagnosticado con síndrome de Klippel-Feil, que consiste, en trastorno óseo poco común en el que las vértebras del cuello se fusionan, que puede causar debilidad muscular y parálisis.
Por lo que, ante la noticia, decidió tomar este cambio radical en su vida, donde lo único que tenía claro es que quería navegar en un velero, señaló Widger al periódico estadounidense, The New York Times, quien actualmente tiene un millón de seguidores en Instagram y más de 700,000 en TikTok, a través de su cuenta @sailing_with_phoenix.
A pesar de no contar con experiencia en navegación, Oliver Widger gastó 50,000 dólares por una embarcación Com-Pac 33 usada, la cual bautizó “Phonix” en honor a su gata, quien se ha convertido en su fiel, y única compañera en esta aventura.Al día de hoy, ya lleva más de 15 días navegando, que a pesar de encontrarse sólo juntó a su gata cruzando el Pacífico de Oregón a Hawái, están conectados a todas horas con miles de seguidores que están pendiente de su trayectoria, quien, además reveló que también cuenta con un rastreador que muestra sus coordenadas exactas como medida de seguridad.A pesar de ello, el joven ha encontrado ciertos aprendizajes en lo que lleva de su corta travesía, como su capacidad para enfrentarse a cualquier cosa, y señaló, que es posible que su historia ha cautivo ante las largas jornadas laborales que se someten miles de personas, sobreviviendo, esperando a vivir este tipo de experiencias, por ello “es una inspiración”, aseguró Oliver Widger.
Por otra parte, la gata ‘Phonix’ se ha adaptado a su nueva vida en el mar, aunque, Widger reveló al periódico estadounidense que los primeros días fueron duros para ella.
“Los primeros días fueron duros para ella. Pero ha sido muy raro verla. Se lleva mejor en el barco que yo. Es genial. Es mi mejor amiga. Le hablo como si fuera humana. Tenemos conversaciones muy animadas”.
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