¿Cómo trabajar el miedo a estar solos?
Unos de los sentimientos al que le huye un ser humano es: la soledad. Sin embargo, aunque no parezca creíble, el miedo a la soledad es algo natural.
Además, solemos pensar que necesitamos a los demás para poder vivir y para tener salud mental y emocional.
No obstante, muchas veces aun estando acompañados se suele sentir un vacío.
Aunque se dice que cualquiera lo puede experimentar, se dice que las mujeres frecuentemente son bombardeadas con mensajes provenientes de todos lados para que la llama del “Miedo” permanezca siempre viva en ellas.
“Si no estás guapa, nadie te va a querer”. Este es el mensaje principal que lanzan los anuncios a través de los distintos medios de difusión.
No es un consejo, es una amenaza, y va directa a nuestro YO más profundo, ahí donde se esconden los miedos más atroces. La amenaza se nos clava en el alma: no queremos estar solas.
No nos dicen que si no queremos estar solas, cultivemos nuestra red afectiva, sembremos nuevas amistades y cuidemos a nuestras familias de parentesco y de amigos.
¿Puede ser bueno sentirse solo?
Expertos en psicología afirman que es importante no confundir la soledad con el aislamiento.
Puesto que aislarse es un modo de evitar la soledad y esta, no excluye necesariamente al otro. De hecho, se puede aislar de muchas maneras, sin que haya la mínima realización de la soledad.
Aseguran que el aislamiento es un muro que se va extendiendo en nuestro mundo cada vez más global.
Por lo que afirman que no es lo mismo “estar solo” que “sentirse solo”.
La dificultad para estar solo, tanto como las dificultades para relacionarse con otras personas, forma parte de los aspectos centrales de la soledad.
La falta de capacidad para estar solo puede ir desde la evitación de la soledad hasta el refugio en la soledad. Las personas aisladas suelen tener escasa capacidad para estar solas, de hecho, temen estar solas.
También dice que la desesperación empuja a implicarse en relaciones inapropiadas que, cuando fracasan, acentúan el sentimiento de soledad. Sumidas en esa dinámica, generan relaciones de dependencia patológica, como en el caso de la búsqueda desenfrenada de una pareja.
Cómo desactivar el miedo a estar solos
Para no dejarnos controlar por los miedos, para que no nos frenen ni nos amarguen la vida, hay que tener muy claro que lo nuestro no es un problema personal, sino colectivo
Así que terapeutas recomiendan que es necesario:
Saber rodearte de gente que quieras apoyar y ayudar, y viceversa. Sobretodo estar dispuesta a ayudarte a ti también.
Rodearte de la mejor gente, que sepa quererte por como eres y por lo que eres, además que te cuiden. Gente con la que te diviertas y aprendas al máximo, y con la que puedas ser tú misma en tu máxima expresión, sentirte libre y querida.
Otro aspecto importante, es saber nutrirse hasta de la que gente que no nos quiere, pues ellos también forman parte de nuestro aprendizaje diario y de nuestra red afectiva. Lo único que debes tener en cuenta es que esas personas no sean el centro de tu vida.
Con respecto a los amores románticos, éstos son un vaivén del que también aprendemos.
Por último comentan que, indudablemente, al estar rodeada de gente amorosa nunca tendrás miedo a estar sola y por ende, podrás disfrutar de tu soledad sabiéndote querida por tanta gente.
Soledad vs Aislamiento
Expertos en psicología afirman que es importante no confundir la soledad con el aislamiento. Puesto que aislarse es un modo de evitar la soledad y esta, no excluye necesariamente al otro. De hecho, se puede aislar de muchas maneras, sin que haya la mínima realización de la soledad.
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