El duro trabajo de ser sobreviviente de covid-19
“Pensé que lo peor había sido contagiarme de covid-19, pero después de que me recuperé entendí que el paso de la enfermedad por mi cuerpo dejaría marcas de por vida”- Delia Rodríguez.
Delia se contagió a mediados de febrero de 2021. Una mujer de 50 años de edad sin enfermedades preexistentes, sana, activa y trabajadora. Comenzó a sentir malestar de gripe un martes por la mañana. No le dio importancia, pero el miércoles ya le costaba respirar.
Luego de realizarse exámenes de sangre para confirmar si estaba contagiada, intentó iniciar una cuarentena en su casa que resultó más difícil de lo esperado.
Delia vive sola con su madre de 90 años. “Si yo no podía atenderla, quién lo haría”, se cuestionaba. Comenzó a pedir apoyo de su familia que vive en otros estados para que se hicieran cargo de su mamá, mientras “ella pasaba unos días de reposo”.
Al sexto día, Delia fue internada de emergencia en el Hospital Uyapar, después de que se desmayó en su casa.
Pasó 28 días hospitalizada. 15 de ellos con necesidad de oxígeno.
“Mi familia me mandaba notas con los enfermeros, eso me animaba, pero después no me mandaron más. Me sentía muy sola y asustada”, cuenta. “Vi a muchas personas fallecer”, añade.
A casi un año del contagio, Delia asegura que el covid-19 “nunca se ha ido de su cuerpo”.
Secuelas neurológicas
El coronavirus puede presentar secuelas a nivel respiratorio, neurológico, cardiovascular, renal, dermatológico, muscular; o enfermedades como diabetes o el síndrome de Kawasaki, comenta el infectólogo pediatra, Rafael Wong.
En el caso de Delia necesitó ocho semanas de terapia para volver a caminar. Inició dieta líquida y blanda porque no tenía la posibilidad de mover correctamente la mandíbula. Perdió alrededor de 15 kilogramos.
Por cada semana de terapia, Delia se iba sintiendo cada vez más fuerte. “Si ya estoy libre de covid-19, puedo vencer esto también”, se decía en aquel momento y actualmente lo reafirma.
Wong explica que la mayoría de las secuelas de covid-19 están asociadas a nivel neurológico con estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Esto se debe a la cantidad de medicamentos que se le suministran al paciente para salvarlo, asegura el doctor.
En el caso de Rosa Camargo, luego de padecer covid-19, no pudo volver a dormir más de seis horas corridas.
Señala que toma siestas de dos horas o duerme por máximo cuatro. El internista le recetó ingerir en agua dos gotas de valeriana, pero su médico cardiólogo las prohibió porque podría traer consecuencias de salud.
Es por ello que se recomienda a todos los pacientes que padezcan de la enfermedad acudir a especialistas mentales que puedan acompañarlos en su recuperación total.
Recuperación lenta
A nivel respiratorio, es común presentar fibrosis pulmonar post covid-19, lo que necesitaría rehabilitación pulmonar, explica Wong. “Es más frecuente en pacientes que tuvieron dependencia de oxígeno de manera prolongada”, dice.
Sin embargo, también se pueden presentar escenarios en que el paciente no necesite oxígeno, pero presenta dificultad respiratoria, agotamiento y fatiga luego de la enfermedad.
Alejandra Meneses no pudo volver a hablar fluidamente luego de enfermarse. “Yo que soy de hablar muchísimo, ahora me canso con facilidad”, expresa. “No he podido volver a cantar tampoco, siento que siempre me falta el aire”, añade.
Alejandra es una joven de 20 que tuvo covid-19, medianamente leve. No necesitó hospitalización, ni oxígeno, pero la inflamación de los pulmones dejó consecuencias severas a largo plazo.
En un estudio realizado por científicos de la revista médica británica The Lancet, reveló que el dolor muscular, la fatiga y los trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión, son las secuelas más comunes y a largo plazo después de una infección con coronavirus.
Según su estudio 63 % reportó cansancio o debilidad muscular, mientras que 26 % aseguró tener dificultad para conciliar el sueño y un 23 % ansiedad o depresión. La respuesta no era única, hay pacientes que padecen las tres secuelas.
“No abusar de los medicamentos”
A pesar de que el coronavirus sigue evolucionando, los doctores han podido crear una lista de secuelas comunes y otras no tan comunes ocasionadas por la infección, lo que permite ofrecer un mejor tratamiento.
Wong recuerda que la predisposición a la secuela va a depender de las enfermedades base de cada paciente y de la gravedad de la infección por covid-19.
Sin embargo, sostiene que como medida de prevención a estas secuelas es indispensable acudir al médico en el momento adecuado y recibir un tratamiento oportuno, lo que significa “no abusar de los medicamentos”.
“Hemos visto que el abuso de antibióticos, esteroides, desinflamatorios puede generar una disbiosis, que es el desbalance del equilibrio microbiano, es decir, el sistema se reinicia y queda afectado”, explica.
Además de ello, hizo el llamado a “no automedicarse” porque puede ocasionar complicaciones posteriores.
“Empecé a vivir de nuevo”
Después de seis semanas de terapia motriz, de aprender a caminar y comer de nuevo, Delia se propuso volver a iniciar su vida.
“Esto fue como si naciera de nuevo, después de 28 días hospitalizada y meses de terapia y rehabilitación, empecé a vivir de nuevo”.
Aún continúa con afectaciones dermatológicas y psicológicas. La pérdida de cabello ha sido uno de sus más grandes retos ya que estaba muy apegada a su cabellera.
En los últimos tres meses se ha realizado ocho cortes de cabello, ahora, a pesar de tenerlo muy corto, empieza a sentirse a gusto con ella misma.
“Es un proceso muy largo, pero no imposible”, manifiesta.
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link:https://chat.whatsapp.
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia