Alimentación de los niños debe estar balanceada y supervisada por especialista

Brindar a los niños una dieta adecuada implica conocer qué alimentos pueden tomar y de qué manera introducirlos para su salud y crecimiento.

Alexandra Salvatori, especialista en pediatría y puericultura, señala que los pequeños deben aprender a comer saludablemente para mantener este hábito con el tiempo.

Destaca que la lactancia materna exclusiva es primordial desde el nacimiento hasta los seis meses del bebé y, posteriormente, se puede cumplir la lactancia extendida hasta los dos años.

“Si el nené quiere seguir tomando, lo puede hacer con total libertad. A partir de los seis meses iniciamos alimentación complementaria o la introducción de alimentos diferentes a la leche”, explica.

Es importante que, al iniciar la alimentación complementaria, los padres acudan a consulta médica por orientación. La intención es que se permita el mejor desarrollo de su sistema digestivo e inmunológico.

La doctora enfatiza en la introducción de los grupos alimenticios y que el niño los reciba de manera natural, sin sal o azúcares añadidos.

“Que aprenda a comer sin alimentos de paquete, pasteurizados, con azúcares. Es decir, jugos, colorantes, añadidos químicos, una cantidad de cosas que estamos acostumbrados a comer”, comenta.

Hábitos saludables en la alimentación

Lo ideal es que la alimentación de los niños se dé de manera balanceada, bajo el asesoramiento del especialista para conocer qué está permitido y que no.

Aunque en el caso de los adolescentes puede ser más difícil controlar la alimentación, es posible desarrollar hábitos adecuados incluso desde que la madre está embarazada.

De acuerdo con Salvatori, los temas relacionados con alteraciones gastrointestinales o alergias son bastante comunes en la atención pediátrica.

“El objetivo fundamental de lograr una alimentación como he comentado es que la salud intestinal de nuestros niños sea la mejor a futuro, incluso hasta la adultez. Estamos cambiando modelos”, manifiesta.

Si bien hay casos en los que el paciente no puede recibir leche humana por determinadas condiciones en la madre, lo adecuado es dar fórmulas adaptadas a cada edad y diseñadas para ser recibidas por este niño.

“Es decir, son leches que son modificadas o reformuladas para adaptar las características de esta leche lo más parecido a la leche materna”, explica.

Insiste en que no debe contener agregados, cereales, crema de arroz, maicena, entre otros comúnmente denominados “alimentos” que a veces responden a antiguos patrones. Se debe a que genera daños en los niños, además de que condena su sistema metabólico.

La recomendación es cuidar la alimentación de los pequeños desde que están en el vientre de su madre, por lo que la mujer embarazada también debe recibir asesoría durante el periodo de gestación para ayudar a su bebé.

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