Vecinos preocupados por fuertes lluvias

Las comunidades cercanas a los ríos están en constante peligro ante una posible crecida que les inunde sus hogares, pierdan sus enseres y se vean en la obligación de ir a un refugio.

En Las Palmitas y La Laja, ambos ubicados en San Félix, por ejemplo, se han visto afectados por las fuertes lluvias de días recientes. En ambas comunidades reina la incertidumbre porque desconocen cuándo pueden inundarse sus casas, ya que el río cada vez está más cerca de ellas.

Respuesta
Ángel Rodríguez, director de Protección Civil Caroní, afirmó que los niveles actuales están dentro de lo que se considera reglamentario.

El río Caroní está a 11,29 metros sobre el nivel del mar y el río Orinoco a 11,21.“No hay indicios de inundaciones”, alega Rodríguez.

Asimimo, afirmó que se creó el Comité Municipal de Gestión de Riesgos para hacerle mantenimiento a los canales de las diferentes comunidades afectadas y así evitar el estancamiento de agua.

Habitantes de Las Palmitas señalaron que la semana pasada integrantes de Protección Civil estuvieron en la zona para realizar una limpieza del canal, “pero se fueron porque las máquinas no llegaron”.

Temor
“Hasta los momentos no ha vuelto a inundarse toda la casa”, aseguraron los habitantes. Sin embargo, cada vez que llueve el agua queda estancada en la calle principal y entra a las viviendas.

“Cuando viene el agua, aquí no se salva nadie”, expresó Lucía Pérez, residente de la zona desde hace 20 años.

Juan Velásquez, también habitante, explicó que el problema del agua se intensificó cuando las salidas de agua se obstruyeron.

“Cuando llueve y esa agua se devuelve, entra con presión, como si fuera una ola”, explican los vecinos.

Afirmaron que el agua entra también por los pequeños callejones que hay entre las casas.

“Vigilan el río”
Los residentes se han estado preparando para las lluvias. Colocaron muros en las entradas de su casas, taparon los agujeros y ordenaron sus pertenencias sobre plataformas para evitar que se mojen cuando entre el agua.

En La Laja, vecinos se encargan de “vigilar el río” para estar preparados. Tienen las marcas en las paredes de la inundación del año pasado.

Gereber Sifontes aseguró que el río ha crecido notablemente, pero que en los últimos día ha bajado lentamente. Sin embargo, siguen atentos.

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