Tinta Violeta Bolívar profundiza planes de sensibilización sobre la violencia basada en género
Desde hace un año y medio, Tinta Violeta Bolívar avanza con planes permanentes de sensibilización en las comunidades de los municipios Caroní y El Callao para educar sobre la violencia basada en género.
Tinta Violeta es una organización sin fines de lucro que tiene 11 años en Venezuela trabajando en pro de la defensa de los derechos humanos de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Hacen especial énfasis en la prevención y erradicación de la violencia basada en género, el abuso sexual y la trata de personas.
La sede principal está en Caracas pero en Bolívar se cuenta con un equipo de profesionales que no solo brinda la atención a quienes necesiten orientación en su área de trabajo, sino que durante todo el año estrecha vínculos con los sectores más vulnerables de Ciudad Guayana y El Callao.
En este periodo de trabajo en la entidad han evidenciado numerosos casos de violencia tanto en agresiones físicas como maltrato psicológico a mujeres guayanesas. Los han detectado gracias al trabajo con las charlas y talleres formativos y jornadas de salud en el corazón de los barrios y urbanizaciones de Caroní.
En el caso de El Callao son muchos los testimonios de mujeres que trabajan en las minas o cerca de los mineros que también dejan saber sus historias con la violencia y lo que más preocupa es que han “normalizado” la situación.
Es apenas la punta de la madeja de hilo de la que habla Aryoli Granado, coordinadora territorial de Tinta Violeta Bolívar y todo su equipo para el abordaje del tema de la violencia basada en género en la entidad.
Labor activa
“Nos encargamos de realizar sensibilizaciones dentro de las comunidades para tener un cara a cara, un mano a mano, con las personas más vulnerables. ¿Cuál es la fortaleza de Tinta Violeta o dónde se enfoca? En las mujeres víctimas de maltrato, de violencia basada en género. Nosotros trabajamos no solamente con la gestión de casos sino que hacemos un acompañamiento amoroso, cariñosamente le decimos así porque la víctima no está sola, está acompañada por nosotros”, detalla Granado.
Tienen un cronograma para atender diferentes zonas de los municipios, el enlace con organizaciones comunitarias, consejos comunales y vecinos voluntarios es clave.
“Nuestras promotoras van a la comunidad y ellos hacen sensibilizaciones en temas como violencia basada en género, micromachismo, salud sexual reproductiva, trata de personas”, explica la coordinadora territorial.
En el tema de educar sobre la trata de personas es una de las pocas organizaciones que educa a través de su plataforma de orientaciones. En los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro por estar cerca de zonas fronterizas muchas mujeres son vulnerables a ser captadas para redes de prostitución, explotación laboral o tráfico de órganos.
“Tinta Violeta trabaja con esa materia de trata de personas, tenemos casas de abrigo en otros estados”, destaca Granado. El equipo usa un lenguaje claro, sencillo y directo en sus charlas sobre la trata de personas sobre todo porque ante las necesidades de muchas familias muchas mujeres pueden caer en tentadoras ofertas con diferentes fachadas que en realidad tienen un oscuro trasfondo.
Brindar todas las herramientas para que las féminas puedan captar a tiempo las señales de peligro es la meta de la organización.
Tinta Violeta no es un órgano receptor de denuncias de violencia o trata pero no deja de ser un servicio de apoyo a las personas que estén pasando por esta situación. En muchos casos, las redes sociales han servido para orientar muchos casos y así canalizar la ayuda o los pasos a seguir.
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Hacen la gestión de casos desde la escucha activa para saber qué es lo que sucede y cómo se puede ayudar a esa persona, y así establecer el plan de acción.
La educación es clave en todo el proceso, por eso desde conceptos sencillos como qué es la violencia y cómo se clasifica, ilustran a las mujeres sobre el tópico. En ocasiones, al terminar las charlas las damas se acercan a las promotoras para señalar que se han sentido identificadas o que conocen de alguien que pasa por una situación similar.
“Nos enfocamos en educar para salvar vidas”, argumentan desde el grupo. Están convencidas en que mientras más mujeres educadas sobre el tema haya menos casos de violencia se registrarán.
El primer paso s identificar que se vive en un entorno violento y que no es normal. A partir de allí, con la orientación psicológica en terapias individuales y grupales, se podrá avanzar y romper el círculo de violencia.
Para muchas damas no es un asunto fácil por lo que en Tinta Violeta desde ese acompañamiento amoroso les muestran en sendero.
“Una mujer que ha sido viíctima de violencia, comúnmente llega a sentir miedo a ser juzgada y a sentir culpabilidad, el síndrome de la mujer maltratada. Hay trastornos mentales, estrés postraumático. (…) Hemos llegado a atender la usuaria y brindarle las herramientas para salir de ese círculo de violencia y trabajamos de manera individual y sesiones grupales, brindándoles la psicoeducación a estas chicas para que primero reconozcan la violencia y segundo, puedan obtener técnicas y lidiar con esa situación”, apunta la psicóloga Mariana Romero, parte del equipo.
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Receptividad de la gente
Solo por mencionar algunos sectores de Caroní, Tinta Violeta ha hecho presencia en varios sectores de Caroní como:Chirica vieja, 25 de Marzo, Vista Al Sol, Las Delicias, Santa Rosa, Fe y Esperanza, La Laja, Francisca Duarte, Las Amazonas, Toro Muerto, El Porvenir.
“Hemos tenido mucha receptividad. Estas hablando del tema y hay gente que incluso comienza a llorar, porque se sienten identificadas o impactadas por lo que se dijo en la charla”, indican las promotoras.
Llevar el mensaje será positivo porque en muchos casos representa el abrir de los ojos de una víctima que luego irá por orientación.
“Ellas buscan la manera de acercarse a cualquiera de nosotras identificando su realidad o la realidad de alguien. Con las sensibilizaciones se empieza a romper el ciclo de la normalización de la violencia. En muchas ocasiones se les hace muy difícil para revelar”, subrayan.
Usan buzones de sugerencia, redes sociales, contactos telefónicos con líneas abiertas para atender con amabilidad a las usuarias.
El contacto con las comunidades también les ha permitido una radiografía de otras realidades: la migración ha dejado adultos mayores en sus casas solos o a cargo de sus nietos, niños sin identificación, necesidades económicas y poco control de la salud en ancianos e infantes, casos de abuso sexual o casos de infecciones de transmisión sexual.
Entre las metas a corto plazo está poder seguir con las jornadas educativas, llegar a más comunidades de los municipios Caroní y El Callao y, más adelante poder tener presencia en otras jurisdicciones de Bolívar.
Equipo dispuesto y preparado
Nacional
Daniela Inojosa (directora general de Tinta Violeta), Patricia Contreras (directora nacional de proyectos).
Regional
Aryoly Granado (coordinadora territorial Bolívar), Yelitza Clemant (gestora de casos), Mariana Romero (psicóloga), Judith Mercado (promotora), Mónica La Rosa (promotora), Néstor Fernández (monitoreo y administración), Jhaneissi Granado (asesora legal).
Contactos
Red de Acompañamiento Territorial Tinta Violeta
Puedes comunicarte vía SMS, WhatsApp o llamadas a:
0412 692 40 62 / 0412 692 40 73 / 0412 692 40 20 / 0412 692 48 04.
Redes sociales: Facebook: Tinta Violeta / Instagram @tintavioleta_bolivar @entintavioleta
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